Alertan del “desmantelamiento” de colegios rurales en la comarca

Reclaman un “pacto” comarcal por la escuela, que no se recorte en materia educativa y que se frene la masificación del CEIP Vales Villamarín. También exigen compromiso y responsabilidad en la atención a la enseñanza pública como garante del principio de igualdad de oportunidades entre los ciudadanos de las grandes áreas metropolitanas y los de los pueblos del rural, como la mayoría de los que integran la comarca de As Mariñas Betanceiras.

Estas son solo algunas de las cuestiones que la comunidad educativa considera prioritaria para el entorno de Betanzos, “donde –advierte– cabe la posibilidad del desmantelamiento de centros como A Castellana de Aranga, o el funcionamiento “bajo mínimos” del Virxen da Cela de Monfero. Dicen que por falta de interés y criterio, ya que mientras en Virxen da Cela, situada en O Xestal, están al límite del mínimo de alumnos por aula, los pequeños que ahora estudian en la Escuela Unitaria de Adragonte-Areas, en Paderne, se trasladarán a Betanzos, a un centro masificado, cuando, por distancia y medios, su sitio debería ser O Xestal, el colegio de Monfero, uno de los más activos de la zona, y con una de las bibliotecas escolares que mejor funciona de la provincia, la Castelao.

Ratio > Respecto a Aranga, los afectados señalan que, en caso de cierre definitivo de aulas, los alumnos se trasladarían a Betanzos y Curtis, ambos masificados y, en el caso del Francisco Vales Villamarín brigantino, con la necesidad de aumentar la ratio de alumnos por clase para poder evitar la instalación de barracones, de cara al 2012-2013.

En este momento, al CEIP Francisco Vales Villamarín (inaugurado como Centro Comarcal Mixto), acuden alumnos de Coirós, Paderne y Betanzos.

Es el único centro público de primaria de la ciudad y, en consecuencia, uno de los más masificados de Galicia. La matrícula alcanza este curso los 964 alumnos (308 de Infantil y 656 en Primaria), y el cuadro docente lo completan 62 profesores.

Con estos números, la comunidad educativa llama la atención sobre los efectos de la crisis en el futuro de poblaciones como Aranga o Vilarmaior.