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miércoles | 24 abril | 2024
Evitar que vuelva a ocurrir, que nadie tenga que acudir al hospital por caer en una cuneta de Oleiros. Es el primer objetivo de los vecinos de la Urbanización de Os Regos que, desde hace unas semanas, denuncian el peligro que entraña la disposición de los arcenes y, en concreto, una zanja de hormigón, en la AC-190.
En los últimos meses, al menos dos ciclistas sufrieron lesiones al caer en la canalización, de más de sesenta centímetros de profundidad, sin protección ni señalización que advierta de su existencia, con travesaños solo en algunos puntos y situada en la carretera que lleva desde la N-VI en O Carballo hasta la vía que conduce a la localidad oleirense de Santa Cruz. “En días de lluvia lleva mucha agua, y un niño pequeño puede llegar a ahogarse”, señala una de las afectadas, residente en Os Regos.
El último accidente con consecuencias tuvo lugar a la altura del kilómetro dos, y se saldó con un ciclista herido de gravedad, con diversas fracturas y traumatismo, y una lesión en la espalda, que lo obligaron a pasar por el quirófano y por las que continúa ingresado en un hospital de A Coruña.
El hombre perdió el equilibrio al volver hacia atrás la cabeza para comprobar que no venía ningún coche y poder cruzar al otro lado de la calzada. Al caer, introdujo un pie en la zanja y dio con la cabeza sobre el hormigón, lo que le provocó las heridas.
Atestado
Tras el siniestro, hasta el lugar se desplazaron la agrupación de Protección Civil y de la Policía Local de Oleiros, que elaboraron el correspondiente atestado, si bien la vía no es de titularidad municipal, sino de la Xunta.
Además, aunque en este momento los arcenes están bastante limpios, los vecinos señalan que en ocasiones la maleza tapa por completo la zanja, y es fácil tropezar y acabar con la pierna dentro, sobre todo en una zona donde es habitual ver gente caminando o practicando deporte, como es el caso de Os Regos.
En determinados tramos, la vía es estrecha, lo que multiplica el peligro de accidente, ya que resulta complicado que dos coches pasen al mismo tiempo, incluso imposible cuando se trata de un autobús, que suelen circular a diario por el entorno, tanto de línea regular como escolares, puesto que en la zona se ubica un centro educativo.
