“Nunca me gustó el desarrollo del asunto de Martinsa-Fadesa, pero fui disciplinado”

No sabe jugar al póker ni nunca ha mostrado el más mínimo interés por aprender de la autoridad de Maceiras. Él prefiere el tute, aunque tampoco le apasiona... Incluso antepone el dominó, como incondicional que es de Manuel Fraga. En este momento, Miño es la única afición de su recién elegido alcalde, Jesús Veiga.

¿Va a haber muchos cambios en el Ayuntamiento de Miño?

No quiero echar a nadie ni ninguna historia rara en Miño. En cualquier caso, iremos viendo la distribución de las áreas... La plantilla, lejos de lo que se ha podido decir, no está sobredimensionada y, del presupuesto municipal, supone menos del 30%.

¿Cómo va a redistribuir las distintas áreas de trabajo tras la próxima salida de Maceiras?

Estoy estudiando los posibles cambios y, de partida, los tenientes de alcalde serán Bernardo López y Vilariño González.

¿Qué impronta le quiere dar al Ayuntamiento de Miño?

Juan (Maceiras), a pesar de las críticas, hizo una buena labor, pero a mi me gusta más estar en la calle, al lado de los vecinos de Miño. En este momento deben primar las políticas sociales más que las obras, que también quedarán aparcadas por la situación económica que atraviesa la administración en España.

¿Hasta qué punto llega a afectar esta crisis a un municipio que, como el miñense, ha dependido del “ladrillo”?

Miño tiene una deuda importante, pero el día a día lo va llevando bien, paga a los proveedores y no guarda facturas en el cajón... Hi siquiera tuvimos que recurrir al ICO. Pero está claro que no se ve movimiento de licencias, el urbanismo está parado. Aunque soy muy respetuoso con el medio ambiente, la actividad inmobiliaria es necesaria, se generan puestos de trabajo, y eso es lo que ahora necesita España.

Pero Costa Miño se ha convertido en el símbolo del ocaso inmobiliario... ¿Qué medidas va a adoptar para solucionar los problemas derivados del complejo de Martinsa-Fadesa?

Nunca me gustó el desarrollo del asunto de Martinsa-Fadesa, pero es justo reconocer que en los últimos tiempos hemos luchado mucho para que los expropiados pueda cobrar, y con esto no estoy tratando de echar balones fuera... Soy una persona disciplinada y nunca quise levantar la voz, ni aquí ni en el partido, sobre el tema de Fadesa.

¿Y el Monte Piñeiro?

Voy a tratar de poner solución a todos los problemas, porque de una manera o de otra hay que continuar adelante. En los próximos días me voy a reunir con la secretaria y el interventor para abordar el asunto de Piñeiro.

¿Se le pasa por la cabeza la quiebra de la administración local, ahora o en 2015?

La oposición predijo varias veces la caída de todo esto... y aquí estamos. Y si tan mal estamos, me pregunto por qué tienen tanta prisa por llegar hasta aquí.

Entonces no se plantea la posibilidad de que el Ayuntamiento de Miño sea intervenido.

No. Nuestros pagos están al día, sin mayor problema... Existe una deuda, pero a treinta años.