Servicio y bomba de apagar incendios a comienzos del siglo XX

Servicio y bomba de apagar incendios a comienzos del siglo XX
Plantilla del cuerpo de Bomberos en 1963

En su comienzo hay que tener en cuenta el abandono en que se hallaba el servicio contra incendios. De hecho, hasta 1902, en la ciudad coruñesa no se sabía qué eran los bomberos. Su organización estaba hecha de forma precaria, éstos procedían del servicio de limpieza y de otros oficios y por tanto no tenían la experiencia de combatir el fuego con eficacia y arrastraban una antigua bomba de incendios con una manga enroscada. Uno de sus extremos se acoplaba a una boca que aspiraba el agua que necesitaba para la extinción del fuego.
 

Siendo la más famosa de todas la denominada María Pita que funcionaba cuando quería y traía a los bomberos de cabeza, más de uno quiso arrojarla al mar en numerosas ocasiones. Esta bomba salía de las caballerizas del parque que arrastraban dos mulos, funcionaba a vapor y llevaba la caldera encendida, para que, cuando llegase al lugar del siniestro, tuviese la presión suficiente para aspirar el agua. Si no fallaban las mangueras, que más de una reventaba con la presión.
 

Precisa de arreglo el 21 de mayo de 1908, según instrucciones del arquitecto municipal y jefe de Bomberos, el cual indica lo que se precisa hacer en la Bomba de vapor a fin de dejarla en las debidas condiciones, cuyo coste ascendía a 40 libras esterlinas y 15 chelines, equivalente a 1.250 pesetas. Lo que suponía el arreglo de un eje con tres cojinetes, un juego de cojinetes, dos accesorios de excéntricas, dos palancas de la válvula, dos válvulas y un juego de 16 válvulas de goma. Todo ello había que solicitarlo a la casa Merrywather & Son Limited de Londres, quien  había facilitado dicha bomba. Denominada Perla de Greenwich y suministrada al Ayuntamiento coruñés en 1900, los Bomberos del Parque Municipal, la rebautizaron como María Pita. Los recambios son embarcados en el vapor Juan Cunninghan’ informando el arquitecto municipal de haberse recibido en 4 de febrero de 1909, los cuales se hallaban depositados en las caballerizas municipales. Una Bomba que duró largos años, pues fue testigo del incendio de la Fábrica de Tabacos el 26 de junio de 1920, a donde acudió para apagar el fuego allí desatado y que apunto estuvo de ser arrojada al mar una vez más, porque en el momento preciso que más se necesitaba de ella, ésta no quería funcionar, aunque acabó haciéndolo y todos quedaron finalmente satisfechos.
 

Aquella bomba de incendios también había obtenido el calificativo de Invicta.. Su tamaño era regular y podía ser arrastrada por dos caballos o mulos o por seis u ocho hombres. Había diversos tamaños que iban desde una capacidad de 1.000 litros a los 4.000 litros de agua por minuto. Posiblemente la que tenía el cuerpo de Bomberos en servicio, rondaría los 3.000 ó 3.500 litros, cuya presión del agua estaba lista en seis u ocho minutos de encendido del fuego y se elevaba a una altura de 69 metros.
 

Los servicios de Bomberos municipales se organizaron de forma eficaz, con motivo de un triste incendio acontecido en Málaga y que arrasó media ciudad en 1927. Este suceso movió a que se modernizase el servicio de incendios y A Coruña ya había puesto en marcha su nuevo modelo de la lucha contra incendios un año antes. Pero todavía quedaba mucho camino que recorrer y éste se iría haciendo con pausa. Lo cierto es que los vehículos que se adquirieron en estos años, continuarían prestando su servicio durante al menos 35 años más.
 

El Ayuntamiento como previsor de la situación de contar con un grupo especializado, ve la necesidad de crear unas brigadas de salvamento a la vez de reorganizar el servicio de extinción de incendios que tantos problemas estaba dando. De modo que el 26 de mayo de 1922 es aprobado por parte de la municipalidad, la introducción en el cuerpo de Bomberos municipales de una brigada de salvamento, la cual es dotada con los elementos indispensables a este fin. Queda operativa el 15 de septiembre de 1927 con los nueve bomberos permanentes. Al nacer la Brigada de Salvamento, se hace necesaria la adquisición de uniformes del cuerpo.

 

Primera intervención

La primera intervención de la que se tiene noticia sobre este hecho, es el que se lleva a cabo el 18 de diciembre de 1930, cuando el cuerpo de salvamento de Bomberos, hace el rescate del cadáver de un pozo, de una finca propiedad de Basilio Otero, en la carretera del Pasaje, distinguiéndose en esta operación de rescate los bomberos permanentes, Mariano Martín, Emilio Paz e Isidoro Ortiz.
 

Siendo el servicio de contra incendios una constante preocupación en las vicisitudes del Ayuntamiento coruñés, por mejorar del servicio de los Bomberos en atención al vecindario estando atendido, aunque la disponibilidad económica no fuese casi nunca lo suficiente notable, para hacer todo lo posible en que dicho servicio se convirtiese en un modelo que lo pudiese notar el propio coruñés.
 

Siguiendo su largo caminar hasta nuestros días, en que se recurre a dicho cuerpo para todo lo preciso e indecible a diario. Los bomberos municipales, son el cuerpo más valorado por la sociedad y están prestos a cualquier contingencia, su presencia en el punto conflictivo es de apenas unos escasos minutos desde la salida del parque hasta la llegada al lugar de intervención.

Servicio y bomba de apagar incendios a comienzos del siglo XX

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