Reportaje | La boca sirve para algo más que para comer: para hacer música

Reportaje | La boca sirve para algo más que para comer: para hacer música
Un momento de una de las actuaciones de esta semana | OSG

Entre vítores y con la sala de Cámara del Palacio de la Ópera haciendo la ola. Durante toda la semana, cientos de escolares pasaron por la instalación para ver el espectáculo ‘Beatbox: la música en el cuerpo’, promovido por la OSG y en el que los beatboxers Tai, Cartoy y Zerpa enseñaron a escolares todas las posibilidades de este arte. Este sábado, a las 12.00 horas, en el mismo espacio, ofrecen el mismo espectáculo para el público general.


Explica Cartoy que en el show enseñan “desde el sonido más básico a los más complejos”, hasta llegar a uno de los puntos estelares del espectáculo, en el que crean una canción en directo mediante diferentes sonidos procesados con una ‘loop station’. 


Todo ello para que a los más jóvenes les entre “la curiosidad y vayan investigando sonidos nuevos”. Tai, también integrante de Vella Escola, apunta que “a estas edades, intentan experimentar con cosas nuevas”, por lo que la tarea del trío es “descubrirles una nueva manera de expresarse”, al tiempo que dan a conocer la pasión que une a los tres: “dar a conocer el beatbox”.


Cartoy apunta que se conocen “de las batallas de beatbox” y que buscan “montar una piña” para seguir divulgando el “arte del beatbox”.

 

Los escolares disfrutan del show y contactan, a posteriori, con los tres músicos para pedirles consejos de como aprender y mejorar su técnica


Zerpa incide en que “el objetivo final es que los pibes tengan una forma más de expresarse, pero también que vean la variedad que existe dentro del beatbox”.


Y el resultado parece que está siendo positivo, porque durante la semana, con dobles sesiones cada día, los jóvenes que asisten salen entonando sus creaciones o intentando emular los sonidos que les enseñan. “Ver a los chavales como responden aquí y después como nos hablan por redes sociales... eso es lo mejor de todo”, apunta Tai, al tiempo que Cartoy añade que “es una experiencia agotadora, pero uno se siente satisfecho”. “Vuelven al colegio cantando en la guagua las canciones que crea Cartoy”, bromea Zerpa.

 

Consejos

Lo estudiantes les suelen contactar después por redes para pedirles consejos. “Les solemos recomendar que vean las batallas de beatbox, que escuchen música y que no tengan miedo de practicar... para aprender, lo único que se necesita son ganas”.


Tai asegura que “una de las cosas que ayudan a mantenerse en esto del beatbox es que vas conociendo a otra gente”, creando comunidades de personas a las que le apasiona lo mismo: la música y el arte del beatbox.


Además del interés que está suscitando el espectáculo, refrendado por la respuesta de los alumnos asistentes, apuntan que les están empezando a contactar para repetir en otros puntos de España, porque, además, las demostraciones de beatbox en tele o radio lo están convirtiendo en más llamativo, apuntan. 

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