Los árboles se rebelan en Vioño. En los dos últimos meses, al menos cinco ramas se han desprendido a lo largo del parque; además de que un árbol tuvo que ser talado 'de raíz'.

"¡Menos mal que no había nadie debajo!", exclamó una vecina tras ver la última rama caída, considerando el peligro que suponía la situación. Es un peligro, reconocen, pero muchos residentes y usuarios piensan también que es una casualidad, incluso creen que los árboles "dan más alegrías, que tristezas". 

Vioño, pese a ser un parque relativamente pequeño tiene mucha sombra gracias a los árboles que hay, que no son pocos. Es un pequeño pulmón en la ciudad, muy cerca de uno grande como es Santa Margarita.

Pese a esto, las podas son recurrentes y los jardineros mantienen cuidado el césped. Una vez al mes, aproximadamente, se escucha la maquinaria "a todo trapo" para dejar impecable el verde, al que tratan con mucho mimo. 

Además, los vecinos también explican que hay un gran mantenimiento de los aspersores y las fuentes, ya que todas las mañanas comprueban que todo esté a punto para dar servicio.