
Lo avisaron hace una semana y hoy se cumplió. El Gobierno local de A Coruña ya tiene preparada la ordenanza reguladora de las viviendas de uso turístico. La alcaldesa, Inés Rey, aseguró hoy, en una rueda de prensa junto al concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, que el documento se aprobará en febrero para abordar una realidad que tiene “impacto en puntos de todo el país”. No entrará en vigor, sin embargo, hasta dentro de unos meses.
La norma afectará a los 1.357 pisos turísticos que tiene la urbe en la actualidad, de los que cumplirían la ordenanza menos de la mitad. Por ello, el Ayuntamiento dará tres meses a los propietarios para adaptarse al texto, que tendrá que ser aprobado en Junta de Gobierno local y después ir a pleno.
Las viviendas de uso turístico (VUT) estarán permitidas en bajos, primeras plantas o edificios destinados de forma exclusiva a esta actividad. Además, el concejal de Urbanismo apuntó que los pisos turísticos no podrán estar situados en una planta superior a una vivienda de uso residencial. Todo ello de acuerdo con los usos turísticos admisibles en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
Otro aspecto “fundamental” de la ordenanza, señaló Díaz Gallego, es el ajuste a la legalidad. Los servicios municipales verificaron que había viviendas en la ciudad que estaban ofreciendo usos de VUT sin contar con la habilitación administrativa pertinente. Por este motivo, el Ayuntamiento concederá los mencionados tres meses desde la entrada en vigor de la ordenanza para que los titulares de estos inmuebles pongan en orden u obtengan su habilitación administrativa. En caso de no cumplir con la normativa, tendrán que darse de baja en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT) de la Xunta.
Barrios
Con la nueva norma se establecerá una escala de 0,5 pisos turísticos por cada 100 habitantes, o lo que es lo mismo, una vivienda por cada 200 residentes. Es decir, el texto estipulará las pautas para declarar una zona saturada de VUT. El objetivo de este límite es impedir que los barrios tengan una alta proliferación de estos inmuebles, por lo que, en caso de detectarse la saturación, se impedirá la implantación de nuevos pisos turísticos.
Esta limitación tendría que ser aprobada en Junta de Gobierno local y, posteriormente, refrendada en el pleno –con exposición pública y trámite de alegaciones entre medias–. “Somos conscientes de que la regulación de la implantación de las VUT puede no gustar a todos, pero tenemos que actuar con responsabilidad y sentido común. A Coruña es una ciudad abierta y el turismo es fundamental para su economía, pero esto no es un debate de blanco o negro, se trata de buscar un equilibrio y creo que es lo que estamos haciendo”, sostuvo el concejal.
Díaz Gallego añadió, por otra parte, que “cumplir la normativa ya no debería ser objeto de debate, por lo que la oferta ilegal de VUT, sin autorización o comunicación previa para eso, es inadmisible”. La realidad “urgente”, apostilló, es que A Coruña y “otras ciudades reflejan las complicaciones actuales de acceder a una vivienda en un mercado ya tensionado. Y esto exige actuar echando mano de todas las herramientas de las que dispongamos. En este caso, de tipo jurídico”.
Proceso y reproches
Elaborar la ordenanza de regulación de las VUT ha sido un proceso largo. El Ayuntamiento anunció en marzo de 2023 que crearía una mesa de trabajo para regular los pisos turísticos y en octubre de ese año se conocieron los primeros detalles sobre su limitación. Cada paso se daba a conocer en las mesas sectoriales organizadas con representantes de entidades vinculadas con el sector: vecinos, hoteleros, pisos turísticos y entidades como el Colegio de Arquitectos, entre otras.
Los propietarios de estos inmuebles, representados por la asociación Aviturga en la mesa, denunciaron falta de diálogo en estas reuniones en numerosas ocasiones. Pero el objetivo de las mismas, según el Gobierno local, era escuchar a todos los sectores para llegar a una conclusión. Por el contrario, desde la Asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña se tachó a Aviturga de llevar a cabo una campaña “maliciosa” contra el sector hotelero. La postura de los hoteleros siempre ha sido la misma: “No queremos que no existan las viviendas turísticas, sino que se regulen”. Y así lo mantuvo siempre el presidente de Hospeco y director del NH Collection Finisterre, Agustín Collazos.
Este, además, apuntó a lo que ocurre en otras partes de España para apoyar su teoría. “En ciudades como Málaga o Barcelona los ciudadanos están teniendo conductas negativas con el turismo debido al no control de estas viviendas. Nosotros estamos a tiempo de que esto no ocurra y por eso se ha hecho. Evitar que la presión turística afecte a la vivienda”.
La alcaldesa recordó hoy que “el incremento del precio de la vivienda es una de las principales preocupaciones del Gobierno local y estamos tomando todas las medidas”. “Esta semana convocaremos de nuevo al sector para reunir a la mesa de vivienda y avanzar en la declaración de la zona tensionada; avanzamos en la construcción de vivienda, de polígonos; avanzamos en la rehabilitación y había que tomar medidas en la regulación de viviendas de uso turístico”, añadió.
El incremento de las VUT en la ciudad, considera, “ tiene impacto directo en la vivienda, especialmente en el alquiler: se reduce la bolsa de inmuebles disponibles y se incrementan los precios en la existente”. El contexto actual es que el precio del alquiler no toca techo en la ciudad, y, con esta medida, el Gobierno local busca aliviar el mercado.
