La historia de A Coruña, a través de la importancia perdida de los lavaderos de antaño

La historia de A Coruña, a través de la importancia perdida de los lavaderos de antaño
El lavadero de Palavea, con su fuente al fondo, precisa de reparos | AEC

En esta nueva entrega hablaremos de los lavaderos de algunas barriadas. En primer lugar, Nelle, en el populoso barrio de Santa Lucía. Se reforma en 1910 por los desperfectos sufridos en los temporales de invierno. Y Pasaje, después de las Jubias. También Peruleiro, en lo que hoy es la Avenida de la Habana. En 1910 se realiza la renovación de su cubierta.


San Amaro, en la rotonda de San Amaro con la Avenida de Navarra. En 1915 se aprueba un proyecto de obras para reponer las planchas de zinc que habían sustraído del lavadero en el mes de enero de dicho año, según el informe levantado por el arquitecto municipal Ricardo Boán y cuya extensión era de algo más de 25 metros cuadrados.


En la sesión Plenaria del 18 de agosto de 1977 se aprueba un proyecto para construir un lavadero redactado por el Ingeniero de Caminos Municipal, mientras que en la sesión plenaria del 5 de marzo de 1979 se acuerda la aprobación técnica del proyecto.


En Palavea se hacen dos, en el camino de Coruña-Santiago. Sólo sobrevive uno. Del segundo lo que queda es un caño por donde brota abundante agua y que es recogida por numerosos vecinos de Palavea y Río de Quintas, entre otros.


Castiñeiras de Arriba, denominado Torre das Laxas, el cual se menciona en los acuerdos municipales del 4 de septiembre de 1901, en donde se instalaría un farol de alumbrado público para que iluminase no solo, el interior de dicho lavadero, sino las inmediaciones del mismo, con objeto de facilitar el servicio de tan benéfico establecimiento en las horas de la noche en que lo utiliza, el vecindario pobre de esos barrios.


San Roque de Afuera, en el lugar se tiene en cuenta dos ubicaciones, una situando dicho lavadero frente a la fábrica de salazón de Genaro Fernández, con un favorable informe del arquitecto municipal Ricardo Boán levantado en 1912, con el voto desfavorable de la Comisión de obras municipales, de Gerardo Abad Conde, tercer teniente de alcalde, quien propone que se haga en el centro de la barriada frente a la casa 41, en el punto en que el arroyo de Labañou se encuentra con el río de San Roque. Finalmente prevalece la opinión de la Comisión de obras y queda ubicado en 1914 en la plazoleta situada hacia el centro del poblado donde existía una fuente en el lugar del antiguo límite de ambos municipios, pero del lado coruñés y detrás de la casa número 38 entre los mojones numerados del antiguo término municipal, adjudicada la obra a Antonio Amado Sánchez.


En Febrero de 1951 en el pleno celebrado el día 22, se acuerda aprobar la construcción de una fuente y lavadero en dicho lugar, un año más tarde el mismo Ayuntamiento da cuenta de haber recibido un lavadero construido en San Pedro de Visma, por el Grupo de Puertos de Corcubión y Sindicatos. En el pleno del 15 de Febrero de 1965 se indica que ha sido construido un lavadero público en San Roque de Afuera, sin dar más noticias al respecto.


En la sesión del 5 de marzo de 1979 se aprueba llevar a cabo la construcción de un lavadero en dicho lugar, posiblemente sería el que se adosaba junto a la carretera en la parte izquierda de la misma, muy cerca de las viviendas allí construidas.


En Santa Margarita, en 1912 se levanta un proyecto para hacer un lavadero en aquel barrio, el cual se debía ubicar en los terrenos cercanos a la fábrica o talleres de litografía y estampado de Roel, el cual según el arquitecto municipal Ricardo Boán era el más idóneo para levantar dicho lavadero y en donde existía otro de propiedad particular, por lo que se precisaba hacer la expropiación de aquellos terrenos que eran propiedad de los dueños de la Imprenta Roel.


En 1918 se sigue discutiendo sobre lo idóneo del emplazamiento de este lavadero, llegando a adquirir los terrenos de Manuel Gantes Mantiñán, ofrecidos al Ayuntamiento a este fin.


Su instalación se debía llevar a cabo en la parte baja de dicho terreno situado a la derecha por el camino que desde la fuente de Santa Margarita conduce al acueducto y el lugar de la misma era el denominado de Payo Mouro, nombrado de “arqueta da Fonte do Campo”, cuya superficie era de unos ocho ferrados, adquirida en nombre del Ayuntamiento por Antonio Lens Viera en mes de enero de 1921, ante el notario Idelfonso Fernández Feijóo.


Según el plano levantado por Pedro R. Mariño, preveía hacer un lavadero en forma rectangular, dividiendo aquel espacio en tres pilas, una central para 34 plazas y dos laterales con 28 plazas cada una en los terrenos próximos al acueducto de San Pedro de Visma, pero la obra no debió efectuarse porque, en 1932, el concejal Julio López Marey, pide se lleve a efecto aquella obra tan necesaria, en un lugar donde se asientan las barriadas de José Lombardero (actual Avenida de Finisterre) Lagar, Vista Alegre y Agra del Orzán, entre otras de importancia.

La historia de A Coruña, a través de la importancia perdida de los lavaderos de antaño

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