El cara a cara de Negreira

El cara a cara de Negreira
Carlos Negreira observa a Carlos Negreira que está con la alcaldesa, Inés Rey, su hija Alba, y su nieto Milo | quintana

El salón de plenos de María Pita acogió ayer un acto emotivo: la presentación del retrato de Carlos Negreira (1960, Río de Janeiro), que fue alcalde entre 2011 y 2015, siendo el último regidor que gobernó A Coruña con mayoría absoluta. El óleo, firmado por el artista andaluz Antonio Lara Luque, pasará así a vigilar los pasillos municipales junto con otros regidores de todos los colores políticos. “Creo que ha captado muy bien la imagen habitual que suelo tener yo. Ha quedado relativamente bien”, comentó. 
 

Fueron ocho años los que participó en la política municipal. Primero como portavoz del grupo municipal del PP y luego como regidor, cuando consiguió el bastón de María Pita por primera vez para el Partido Popular. Por eso, Negreira pronunció un discurso de agradecimiento en el salón de plenos, rodeado de amigos, familiares, compañeros y rivales políticos que también le sonreían amistosos. Agradeció a todos su papel, a funcionarios, oposición y periodistas. “Gracias a la ciudad en su conjunto. Vuelvo a mi casa, que es la de todos”, declaró.   
 

El exalcalde recordó el peor momento de su mandato: la muerte de tres policías ahogados en el Orzán cuando trataban de salvar a un estudiante eslovaco que había sido arrebatado por las olas. “Tuvo la parte buena de que supimos convertir la tragedia en un ejemplo de valor, de sacrificio, de amor a sus a padres a sus hijos, a sus parejas, a sus amigos. Fue una fraternidad emocionante”. Más tarde, Negreira recordó también los momentos más dulces de su Gobierno: “Pusimos en marcha infraestructuras de la Tercera Ronda, O Parrote, La Marina, momentos en los que subió el Depor, momentos en los que, entre todos, conseguimos que no bajara.... Hubo momentos maravillos y duros. ”.
 

Si fueron momentos emocionantes, tampoco es que, en la actualidad, la vida de Negreira carezca de alicientes: “Estoy muy reconfortado, con muchas cosas, viajo mucho y acabo de tener un nieto. Estoy muy encantado”.
 

Un honor 

La alcaldesa, Inés Rey, también demostró su alegría por la ocasión. “Para mí es nu honor acompañarle y sentiría lo mismo con cualquier alcalde, fuera del signo político que fuera”.  Rey  aprovechó para contar un par de anécdotas sobre Negreira. Una de ellas se remonta a diez años atrás, cuando estaba embarazada de su primer hijo y Negreira, le ayudó a cargar una alfombra. 
 

La segunda fue un consejo que le dio su predecesor: “El primer año es de adaptación, el segundo es maravillo, el tercero es horrible y el cuarto es mejor olvidarlo”. Pero en el segundo año de mandato de Rey estalló la pandemia, “así que me debéis un segundo mandato”, bromeó.

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