Israel inicia el traslado de presos palestinos de cara al intercambio con Hamás
Antes de mañana a mediodía los 48 rehenes deberían ser liberados de Gaza con mediación de Cruz Roja

Agencias / Jerusalén-Gaza Israel comenzó a trasladar a los presos palestinos que serán liberados tras el intercambio de rehenes a las cárceles de Ofer y a la de Ketziot.
El servicio de prisiones explicó que “como parte de esta iniciativa, los presos de seguridad nacional han sido desplazados los centros de deportación de las cárceles de Ofer y Ketziot, a la espera de instrucciones de la cúpula política y de la continuación de la actividad operativa para permitir el regreso de los rehenes a Israel”.
En virtud del acuerdo, Israel liberará a estos 250 prisioneros y a 1.700 arrestados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. Los presos y detenidos que serán liberados al territorio palestino ocupado de Cisjordania fueron trasladados a Ofer, mientras que a los que serán retornados a la Franja de Gaza o deportados vía Egipto –aquellos con cadenas perpetuas– los llevaron a Ketziot.
Según el diario Haaretz, de los 250 con cadenas perpetuas, 159 están vinculados con Fatah y 63 con Hamás. El resto no tiene una afiliación particular o están vinculado con la Yihad Islámica Palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina o el Estado Islámico. En la lista de quienes serán liberados no se encuentran figuras prominentes como Marwan Barghouti –detenido en 2002 durante la segunda Intifada y a quienes muchos palestinos ven como el sucesor de Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina– o Ahmed Saadat, exsecretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Sí se encuentran Baher Badr, un miembro de Hamás condenado a once cadenas perpetuas por planear un atentado con bomba en una estación de autobuses frente a una base militar en el centro de Israel, que mató a ocho personas en 2004. O Iyad al Rub, un alto cargo de la Yihad Islámica condenado por asesinar a seis israelíes y herir a otros 55 en un atentado suicida en la ciudad de Hadera en 2006.
El acuerdo de alto el fuego entró en vigor el viernes al mediodía, tras el repliegue de las tropas israelíes de la mayoría de urbes gazatíes. Antes de mañana al mediodía, los 48 rehenes deberían ser liberados de Gaza, con la mediación del Comité de la Cruz Roja que también se encargará de encontrar los restos mortales de 28 cautivos, y solo después serán liberados los de Palestina. Balance La Franja de Gaza vivió su primera ‘tranquila’ tras meses de incesantes bombardeos al cumplirse un día del esperado alto el fuego en el territorio palestino, donde sus residentes se centran ahora en volver a ver lo que queda de sus casas y en recuperar a sus muertos. “Anoche fue una noche tranquila, la primera noche sin bombardeos desde el comienzo de la guerra a excepción de los días de calma de noviembre de 2023 y enero de 2025”, dijo a EFE Mohammad, un médico gazatí, desde la ciudad de Gaza.
Este médico solo recuerda ese silencio en las dos treguas anteriores, que también dieron un respiro a los gazatíes. A su hospital, dice, ya no están llegando las decenas de muertos que ingresaban antes cada día, sino los cuerpos de los cuerpos que se van recuperando poco a poco de los escombros, donde siguen los restos de al menos 7.000 gazatíes, según cálculos del Ministerio de Sanidad del enclave, que ha reportado más de 67.000 fallecidos por fuego israelí en dos años de ofensiva. “Por primera vez en mucho tiempo, conseguimos dormir sin miedo ni preocupaciones”, explicó por su parte Zaher, otro gazatí que tuvo que abandonar la capital hace unas semanas para desplazarse hasta Deir Al Balah, en el centro, y refugiarse allí en una tienda de campaña.
Zaher recuerda cómo en la noche del viernes al sábado los gazatíes salieron a las calles arrasadas de Deir Al Balah y pudieron caminar por ellas tranquilos, saludando a sus amigos y celebrando un esperado fin de la ofensiva. Ahora, se centra en buscar algún sitio donde vivir con su esposa y cuatro hijos en la ciudad de Gaza, donde los precios de la vivienda, dice, se han triplicado a causa de la poca oferta, ya que muchos edificios están dañados o completamente arrasados por Israel. Entre ellos su casa, que fue destruida al principio de la ofensiva.
Desde que entró en vigor el alto el fuego, miles de personas están volviendo desde sus refugios en el sur a la ciudad de Gaza, donde solo quedaron alrededor de 250.000 gazatíes de los más de un millón que vivían allí ante la operación israelí para invadirla.
Ahora, las tropas están detrás de la conocida como “línea amarilla” del repliegue y controlan alrededor de la mitad del territorio del enclave –antes el 80%–, para que las milicias palestinas reúnan a los rehenes allí cautivos y los liberen en unos días. Mientras, los gazatíes celebran poder volver a respirar tranquilos y a “caminar por las calles en paz”, dice Zaher.
El enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, Steve Witkoff, aseguró ayer ante miles de ciudadanos en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv que “los milagros pueden ocurrir”; poco antes de ser abucheado por mencionar ante cientos de miles de manifestantes el nombre de Benjamín Netanyahu.
“Esta noche celebramos algo extraordinario”, dijo Witkoff según declaraciones recogidas en medios. “Una prueba viviente de que los milagros pueden ocurrir (...) Una paz que nace no de la política, sino de la valentía: la valentía de quienes se niegan a rendirse”, añadió en alusión al plan del presidente de EE.UU para la Franja de Gaza. En su agradecimiento, tras mencionar la dedicación de Netanyahu, los israelíes comenzaron a silbar. En el evento, además de Witkoff, estuvieron también el yerno y la hija del dirigente republicano, Jared Kushner e Ivanka Trump, quien se dirigió a la multitud hablando de una “paz duradera”.
El propio Trump aterrizará en Israel donde hablará en la Knéset) y, posteriormente, volará a Egipto para celebrar el principio de acuerdo entre Israel y Hamás. Mientras, en Londres cientos de miles de personas marcharon a favor de Palestina con motivo del segundo aniversario del inicio de la guerra y un día después del alto el fuego.
El acto transcurrió generalmente de manera pacífica pero la Policía Metropolitana de Londres (Met) efectuó 14 arrestos por violar las condiciones de la Ley de Orden Público.