La misteriosa iniciativa vecinal que puso fin al calvario de los niños de Zalaeta, en A Coruña
Un búho de cerámica acabó con el problema de insalubridad en el parque infantil de Juan Naya

A veces la solución a un problema es más simple de lo que se podría pensar. Y un vecino de Zalaeta dio con la clave para poner fin al calvario de las familias que acuden día a día al parque infantil de la plaza Juan Naya. Usuarios de este espacio denunciaban lo que allí ocurría: cuando los niños iban a jugar con los columpios, se encontraban con todos los elementos llenos de excrementos de pájaros. Hasta el punto de que se había convertido en un problema de insalubridad.
Todo cambió cuando un particular –fuentes municipales aseguran que la medida no fue tomada por el Ayuntamiento– decidió colocar un búho de cerámica en un árbol de la plaza. Aunque los señuelos no siempre resultan efectivos, los usuarios reconocen que, desde que el búho hizo acto de presencia, el problema ha cesado.

Es necesario recordar que hace poco más de dos años el Gobierno local renovó este parque infantil. La actuación, que formaba parque del Plan Integral de Parques Infantiles, supuso la renovación del pavimento de caucho y la instalación de seis nuevos juegos, como un columpio adaptado y un twister inclusivo.
No es la primera vez que una iniciativa de un particular acaba con un problema para un barrio. En Novo Mesoiro, a principios de año una persona anónima colocó un dispensador de bolsas para excrementos de perro al lado del parque infantil del barrio, junto a una nota: “Úsalas, que en la medida que pueda, las repongo”. Este hecho, desde luego, se comentó en el barrio, y logró hacer efecto.
En 2023, en la plaza del Comercio, los vecinos decidieron colocar carteles pidiendo a los dueños de canes que recogiesen sus heces. También consiguieron el efecto buscado. En estos casos la responsabilidad estaba en el humano, mientras que en Juan Naya todo dependía de la suerte que tuvo el vecino que compró el búho.
