Roberto González-Monjas | “La OSG no sería relevante sin ser un proyecto de comunidad”
El director titular de OSG guiará hoy y mañana a la compañía en la tercera fecha de abono de la presente temporada

Roberto González-Monjas, director titular de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG), afronta el futuro con optimismo y energía. Ya sea mirando en plano corto (con los conciertos que ofrecerá la formación hoy y mañana a las 20.00 horas, interpretando la ‘Sinfonía 44’ de Haydn y el ‘Réquiem’ de Mozart) o largo, el músico se muestra esperanzado respecto al devenir de una compañía que reivindica, ante todo, como un proyecto cultural de A Coruña y Galicia.
¿Qué puede esperarse el público de los conciertos?
El programa con Mozart casi ni requiere presentación. Todo el mundo lo conoce, y su ‘Requiem’ es una obra maravillosa. Es un programa que trata la expresión del dolor en la música, tanto en la sinfonía de Haydn, que trata de la pérdida y el duelo, como en Mozart. Son obras espectaculares e icónicas.
Hoy vuelven las cenas posconcierto. ¿Cómo fue la primera? ¿Hay ganas de repetir?
Fue estupenda porque tuvimos un montón de gente, muchos amigos de la orquesta, gente que nos apoya y nos quiere. Es un momento de distensión y relajación, de pasar un buen rato juntos después de un concierto, de celebrar y estar con la gente que aprecias y quieres. Creo que es una oferta muy bonita para acercarnos a la gente, y no solo yo o nuestro gerente (Juan Antonio Cuéllar), sino también los músicos, los miembros del coro… Es una oportunidad de ahondar en esa relación tan importante entre el público y la OSG. Tengo muchas ganas de la próxima.
¿Están contentos con el inicio de temporada?
No podríamos estar más felices de cómo han sido las primeras semanas. Hemos explorado ya un poco de todo: Dima (Slobodeniouk) hizo Beethoven, yo hice Mozart y Ravel… Estamos haciendo un repertorio que a la orquesta le viene muy bien, con un modo muy personal de hacer música, y el público estuvo encantado y ha conectado mucho con la orquesta. Es una forma muy buena de empezar una temporada que no debería ser fácil, porque ha habido muchos recortes, hemos tenido que hacer muchos sacrificios, pero creo que estamos sacando lo mejor de la orquesta, y que al público también le ha parecido así.
Este año vuelve a haber muchas actividades escolares. ¿Tiene la orquesta una función didáctica?
Absolutamente. Yo pienso que una orquesta como la OSG no sería relevante sin ser también un proyecto educativo, social y de comunidad. Somos la orquesta de Galicia y de A Coruña. Y una orquesta es un microcosmos, pero también un altavoz de música, de sensaciones, de emociones… Hay un montón de actividades que crean conciencia de comunidad, que traen a mucha gente al Palacio de la Ópera y a otros sitios, con lo que me parece que la parte educativa es una razón de ser vital para un proyecto musical, y por eso le ponemos tanto esfuerzo a esos programas. Es uno de nuestros grandes pilares, lo que nos vertebra, porque al final estamos invirtiendo en las próximas generaciones.
Presentan, en ese sentido, un nuevo proyecto, ‘Chorus’
Exacto, es un programa enorme que terminará en el Coliseum. Lo importante es que entendamos que la OSG tiene que estar ahí para darle música a cualquier persona que la quiera en esta ciudad y comunidad, ya sea en un concierto de abono, en la Orquesta Joven, donde sea.
Recientemente ha habido conciertos que fusionaron la música clásica con el pop, como el de Dire Straits o el de John Williams. ¿Es una idea que queréis retomar en el futuro?
Lo importante es que cada cosa que hagamos sea con una calidad y una convicción importante. A mí me parece que una orquesta tiene que ser versátil. Y mira, justo estos días se ha montado revuelo porque acaba de sacar Rosalía su nueva canción, en la que canta ópera en alemán, en la que está la London Symphony, con Bjork… Pero lo interesante es la atención que ha tenido: la gente está analizando la canción, pensando cómo ha utilizado a la orquesta, etc. Hay modos muy interesantes de que una orquesta sinfónica se mezcle con otros géneros con los que en un principio no parece que case. Nosotros siempre vamos a tener nuestra temporada de abono, pero eso no significa que no tengamos otros formatos en los que podamos explorar, qué sé yo, pop sinfónico, o música de películas. Cuanto más versátiles seamos mejor cumpliremos nuestra función: proveer de música a A Coruña y Galicia.
Tercera temporada ya al frente. ¿Cómo lo está llevando?
Hemos desarrollado un nivel de confianza muy grande. Creo que ha quedado patente en las últimas semanas, con los repertorios tan diferentes que hemos hecho. Para mí es un privilegio porque la orquesta toca genial: hay confianza, están todos a una… Estamos en un muy buen momento, aprendiendo tanto los músicos como yo, y esperamos que el público lo disfrute.



