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A Coruña

A Coruña concluye una nueva rehabilitación histórica: vuelve el edificio ‘boomerang’

La curva con la que abraza la Glorieta de América convirtió en un desafío la reforma de este inmueble de 1978 

Abel Peña
23/10/2025 20:51
El edificio del número 1 de la Glorieta de América
El edificio del número 1 de la Glorieta de América
Javier Alborés

Es uno de los edificios más singulares de A Coruña. Por lo menos, en su forma, que abraza la glorieta de América. Tras año y medio de obras, los andamios se han retirado, permitiendo ver de nuevo la fachada blanca y gris del edificio, de una forma curiosamente triangular, como un boomerang, que genera un efecto de cierre escenográfico de la rotonda.

El inmueble se construyó en 1978, con una superficie de 360 metros cuadrados, según datos extraídos del catastro. En aquella época, el edificio, que pertenecía a la familia Pereira, tenía nada menos que ocho viviendas, dos por piso. La idea de la reforma era conservarlos, pero el promotor, Agustín Dorrego, se dio cuenta pronto de que era inviable.

“Es una parcela irregular y por eso, por la configuración de las estancias, teníamos un proyecto de dos viviendas por planta, pero al final es una con ascensor”, comenta. Hay que señalar que, según los datos del catastro, las antiguas viviendas tenían una superficie máxima de 44 metros cuadrados, así que el espacio se hacía angosto.

Como un Tetris

Además de la falta de espacio, Dorrego apunta que hubo problemas que afrontar en lo que se refiere a la fachada curva. “Por ejemplo, hubo que hacer una especie de Tetris con el suelo radiante”. Además, estaba el problema de las ventanas, igualmente curvas. El proyecto original incluía instalar estores, pero la curva volvía a hacerlo inviable. Finalmente, cortinas.

También la distribución también estaba muy restringida. Básicamente cada casa es un pasillo en el que la zona central es más ancha pero los extremos miden algo menos de dos metros. Además, el edificio está protegido por Patrimonio, lo que obligaba a ser especialmente cuidadoso.

Pero los promotores inmobiliarios son gente hecha a las dificultades. “Si tienes medios, puedes superar las complicaciones”, sentencia Dorrego. Estas son de muchos tipos. Por ejemplo, tardaron quince meses en obtener la licencia definitiva y, en ese tiempo, los precios de los materiales no han dejado de subir. “Todavía no hemos hecho cuentas, pero creo que la desviación está por encima del 40%”, estima el promotor.

Eso sí, está satisfecho del resultado. “La ubicación es muy buena, con una orientación sur fantástica, y por encima, muy luminosa”, enumera. En cuanto a cuándo saldrán al mercado, todavía quedan por ejecutar algunos arreglos interiores, pero Dorrego confía en que se pongan en alquiler en diciembre, así que alguien podría pasar en ellas el Fin de Año.

Dorrego descarta dedicarlas al alquiler turístico, aunque reconoce que, por sus condiciones, el edificio es muy apropiado:  “Ahora la gente está muy sensible con el tema de la vivienda. Nosotros tratamos de ganar dinero, porque hemos hecho una inversión. Pero lo sacaremos al mercado ordinario”.