Monelos, tierra del crimen: cinco asesinatos entre 1893 y 2025
Los cuatro anteriores al de la ‘Matayayas’ estuvieron protagonizados por hombres

Esta semana saltaron las alarmas al conocerse que, presuntamente, una vecina de Monelos había sido asesinada por Remedios Sánchez, una asesina en serie apodada como ‘Matayayas’, pues ya se había cobrado varias víctimas de avanzada edad. Fueron tres en concreto, en el año 2006, en Barcelona, donde residía Remedios en aquel momento. Tras aquellos crímenes fue encarcelada en el centro penitenciario de Teixeiro, desde el cual disfrutaba de un permiso que aprovechó para, presuntamente, matar a una mujer de 91 años.
A lo largo de más de un siglo, Monelos ha sido escenario de sangrientos sucesos que marcaron a sus vecinos y llenaron las páginas de la prensa coruñesa. Desde riñas tabernarias que acabaron en tragedia hasta ajustes de cuentas en plena verbena, el barrio acumula una historia negra que vuelve a resonar hoy con el crimen de la ‘Matayayas’. Este nuevo caso, el quinto registrado desde 1893, reabre la memoria de una tierra que parece condenada a repetir su pasado.
El compás mortal - 1893
El 4 de junio de 1893, según informaba ‘La Gaceta de Galicia’, un joven de 16 años perdió la vida en Monelos por culpa de una broma que acabó en tragedia.
A eso de la una de la madrugada, dos hombres entraron en la taberna de Juan Muñiz, en la casa número 50. Pidieron un cuartillo de vino y lo bebieron mientras disfrutaban de un espectáculo de una compañía de volatines.
Tras la primera actuación, Emilio Iglesias, de 17 años, y su compañero se acercaron a la tabernera para pagar. Abonaron, pero la mujer, en tono de broma, les volvió a reclamar el importe cuando salían. Los hombres no se tomaron el comentario a risa y desafiaron a la mujer a “arreglar las cosas” fuera del local.
Ante los gritos y reproches, el hijo de la tabernera, José Muñiz, de tan solo 16 años, acudió en defensa de su madre. Fue entonces cuando Emilio sacó un compás de hierro y se lo clavó en el pecho, atravesándole el corazón. El joven apenas tuvo fuerzas para acusar a su agresor antes de morir.
Al ver la escena, el padre del muchacho se armó y salió corriendo tras Emilio, aunque este consiguió escapar por ser más rápido. No obstante, fue detenido y encarcelado.
La pelea de San Juan - 1906
El día de San Juan, en plena celebración de las fiestas en Monelos, una batalla campal dejó un muerto y varios heridos.
La víctima mortal fue Camilo López Sotelo, de 18 años, apuñalado por Juan Alfonso Campos, de 21, quien días antes había sido amenazado por él.
Según contó el agresor, durante las fiestas de San Antonio estaba hablando con “el loco de Elviña” cuando un joven le rodeó el cuello con una cuerda. Juan intervino para defenderle, y en ese momento apareció Camilo, que tomó partido por el del la cuerda. Al sentirse ignorado, Camilo le advirtió que se verían en San Juan. Y así fue.
Según informó 'La correspondencia Gallega', cuando el baile alcanzaba su punto álgido se escuchó un disparo, la señal para que los de Eirís y los de Vioño sacaran sus armas. Siguieron tiros, navajazos y puñetazos entre ambos bandos. En medio del caos, Juan y Camilo cruzaron miradas y comenzó una persecución. Camilo tropezó y, al intentar levantarse, Juan le asestó una puñalada por la espalda antes de huir.
Más tarde, el sargento de la Guardia Civil, el señor Mosquera, y otros dos agentes, lograron detener a Juan Alfonso.
La puñalada del puente - 1910
La noche del 30 de julio de 1910, cuatro hombres —Cipriano Carballeda del Carmen, Jesús Gantes Martínez, Manuel Sánchez Abeleira y Ramón García Seoane— regresaban a casa tras reunirse en la taberna de Ramón Iglesias. Al llegar al puente de Monelos se separaron: Manuel y Ramón tomaron camino hacia los Molinos, mientras Cipriano y Jesús se dirigieron al ultramarinos de Elías Parada y Hermano, según recogía Eco de Galicia.
Fue entonces cuando Jesús, apodado como “el Roque”, movido por viejos resentimientos, apuñaló por la espalda a su acompañante varias veces. Gravemente herido, Cipriano consiguió llegar a su casa, donde fue atendido por el doctor Rodríguez Paz, pero las heridas resultaron fatales, pues presentaba grandes boquetes, puñaladas que atravesaron sus pulmones, cortes en cara y cuello y heridas graves en el vientre. Fallecía dejando atrás a su mujer y varios hijos a los 34 años de edad.
Veinte céntimos de sangre - 1920
Veinte céntimos bastaron para que Manuel Suárez degollara a Manuel Barral.
Todo comenzó, según El Progreso, con una partida de brisca en una tienda de vinos. Al terminar de jugar con varios clientes, Suárez se acercó al tabernero para pagar lo que debía, pero Barral le recordó que aún tenía una deuda de veinte céntimos que Suárez se negó a pagar.
La discusión fue subiendo de tono hasta que, sin que nadie pudiera evitarlo, Suárez sacó una navaja y le rajó el cuello. Varios clientes intentaron detenerlo, pero el agresor siguió atacando y acabó escapando del local.
La Guardia Civil logró arrestarlo poco después, mientras Barral, de 36 años, fallecía en la Casa de Socorro.

