¿Qué terrazas de A Coruña tendrán que cerrar a las once de la noche?
Las zonas declaradas en 2009 "acústicamente saturadas" tendrán que recoger media hora antes que en el resto de la ciudad, según el borrador de la nueva normativa

Da igual el punto concreto del debate que se abre en la hostelería. Existen aspectos que jamás ponen de acuerdo o logran el consenso entre las partes. El último ejemplo es el borrador de la normativa de terrazas que debe sustituir a la de 2013, y en el que se han colado dos aspectos que vuelven a generar recelo y críticas entre los empresarios: las zonas ZAS y su tratamiento. La intención del Gobierno local es que aquellas calles y barrios que en 2009 consideraba acústicamente saturadas sigan teniendo restricciones más duras a la hora de trabajar, a pesar de que algunas de ellas han visto desaparecer casi por completo la actividad hostelera. Según lo expuesto por el Ayuntamiento en la reunión informativa del pasado lunes, los bares y pubs situados en determinadas zonas de Matogrande, Orillamar, Ciudad Vieja, Juan Flórez y el Orzán tendrán que cerrar sus terrazas media hora antes que el resto de la ciudad.
| Las zonas zas de a coruña |
|---|
| ZONA I:MATOGRANDE. Calles Sebastián Rico, Juan Díaz Porlier y entorno |
| ZONA II: ORILLAMAR. Calles Orillamar, San Juan, San José y entorno |
| ZONA III: CIUDAD VIEJA. Calles Herrerías, Zapatería, San Francisco y entorno |
| ZONA IV: JUAN FLÓREZ. Calles Juan Flórez, Magistrado Manuel Artime, Donantes de Sangre, Rubine, Comandante Barja y entorno |
| ZONAS V Y VI: ORZÁN, PUERTO Y PLAYA. Rúa Alta desde Barrié de la Maza hasta el Orzán, calle Orzán desde Rúa Alta hasta Pintor Álvarez de Sotomayor, Barrié de la Maza hasta las rotondas entre la rúa Alta y calle Sol, San Andrés, desde el cruce de la calle Sol hasta la Estrecha de San Andrés, Cordonería, Socorro, Sol, Panaderas, Herrador, Cancela y Tahona |
En principio, será el único aspecto en el que las terrazas vean alterado su horario respecto a la normativa vigente, aunque ese particular tampoco es definitivo. Los afectados por la consideración de zona ZAS tendrán que parar su servicio a las 02.00 horas entre julio y agosto (los fines de semana) y a las 01.00 horas en mayo, julio y septiembre, menos que el resto del año oscilará entre las 23.00 y las 0.00 horas, dependiendo si es entre semana o fin de semana.
Unanimidad
Variaciones horarias aparte, lo cierto es que las zonas ZAS no le gustan a nadie que se gane la vida en el sector servicios y esta medida es consideraba un nuevo palo en las ruedas de una actividad que está vinculada directamente al turismo y que, según recuerdan los profesionales, supone alrededor del 10 por ciento del PIB de A Coruña. “Es como una especie de jaula o camisa de fuerza y produce una sentencia para que, lentamente, no se puedan producir nuevas aperturas y que lo que funciona tenga que ir cerrando”, decía en un análisis sobre ese particular Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña.
Las zonas ZAS están de hecho en dos mesas diferentes dentro del palacio municipal: la que tiene que ver con las terrazas y la creación de otro texto regulador del ocio nocturno. Existen tres tendencias: los vecinos del Orzán, que quieren ampliarlas y llevarlas a Torreiro, calle Real y José Sellier; la asociación provincial de empresarios, que cree contraproducente tocar ese melón, y la Asociación Para la Defensa de la Hostelería y el Ocio Nocturno, que apuesta por la revisión y modificación. “Entendemos que el control de la contaminación acústica no debe significar la desaparición de los locales de hostelería”, recuerdan en un decálogo de medidas presentadas recientemente vía registro.
Uno de los hosteleros de esa zona ZAS, que prefiere no dar su nombre por temor a represalias sobre su local, cree que esa medida de reducción de horario de terrazas es una sentencia de muerte encubierta. “¿Quién puede ir a cenar e irse de una terraza antes de medianoche? Hablamos del centro de una ciudad que, en gran medida, vive del turismo. Sólo pedimos igualdad”, finaliza. Esa normativa en la que trabaja el Ayuntamiento en teoría será llevada a pleno en noviembre y, después de un mes de alegaciones, expuesta nuevamente para su entrada en vigor entre finales de 2025 y comienzos de 2026.


