El abandono de vehículos crece en A Coruña: la media es de más de uno diario
El envejecimiento del parque móvil se encuentra detrás de este fenómeno, que crece año tras año en la ciudad

Cuando se trata de envejecimiento, normalmente se piensa en la población, pero esta no es la única que se ve afectada por la falta de reemplazo: el parque móvil de los coruñeses cada vez es más antiguo. Esto se refleja en algunas estadísticas, particularmente en las de la Policía Local, que cada vez redacta más expedientes por vehículos abandonados en las calles. El año pasado, 447, lo que supone un aumento del 10% con respecto al anterior ejercicio. Es decir, que cada día se descubre más de un coche abandonado en alguna en las calles de A Coruña.
Naturalmente, estos vehículos nunca se dejan ver en las calles principales. Las personas que abandonan sus automóviles lo hacen en vías pequeñas, residenciales, que registran un tráfico escaso y que es poco probable que llamen la atención o molesten. También son habituales en los alrededores de los polígonos empresariales, donde no hay tanto tránsito y escasean los vecinos que se quejen.
Hay que decir que es el primer aumento importante desde el año 2020. Por aquel entonces, las medidas que se tomaron, así como la crisis económica que conllevaron, provocó que los coruñeses descuidaran sus automóviles y los gastos que conllevan, como el del seguro obligatorio y pasar la ITV: el resultado fue que se dispararon todas estas infracciones durante 2020. Ese año, en total, se realizaron 528 actuaciones por vehículos abandonados, casi el doble que en 2018, cuando se habían contabilizado 299 (no hay datos de 2019). Esta misma estadística se mantuvo en 2021, cuando fueron aún más: 546.
El año 2022 fue el primero en el que prácticamente se vivió con normalidad después de la pandemia e incluso así se encontraron 397 vehículos abandonados, un 25% más que antes de la pandemia. La tendencia se ha mantenido tanto en el año 2023 como en 2024, de forma consistente a la baja.
En algunos casos, se puede considerar una infracción a la ley de residuos, con multas de hasta 6.000 euros
La Policía Local relaciona este aumento pospandemia de los abandonos con la antigüedad de los vehículos porque estos, a medida que pasa el tiempo, necesitan cada vez más reparaciones para funcionar y el mantenimiento resulta demasiado costoso. Igual ocurre con el pago de la ITV y el impuesto de circulación. Tampoco quieren hacer frente a los trámites para desmatricularlos y achatarrarlos. Así que no siempre es una decisión consciente el abandonarlos, sino una consecuencia natural de una dinámica económica.
En todo caso, hay que señalar que A Coruña no es, ni mucho menos, la ciudad gallega con un parque móvil más envejecido. Ese puesto le corresponde a Ferrol, con casi 14 años de edad media (13,98 años), seguida de Pontevedra (13.57 años), Ourense (13,27 años) y Vigo (13,12 años). Por el contrario, la edad media del parque de A Coruña es de 12,83, mientras que el de Santiago es 12,62.
Pero es cierto que en los últimos años la dinámica ha sido de envejecimiento progresivo. Desde 2020, ha aumentado un año. Como siempre, las causas son económicas: a pesar de los buenos datos macroeconómicos y los altos índices de empleo, la alta inflación mantiene los niveles adquisitivos del coruñés medio por debajo de los de 2019, así que la renovación del vehículo se posterga. Por otro lado, las políticas públicas contra los combustibles fósiles provocan que muchos que no quieren afrontar el gasto de un vehículo eléctrico, mucho más caro, o prefieran no comprar un vehículo diésel o gasolina por miedo a que se restrinja su uso.
Pero, además, desde la Policía Local apuntan otra circunstancia. Cuando fallece una persona mayor, su vehículo, que suele tener cierta antigüedad, permanece mucho tiempo abandonado en la calle. “Hay que contactar con los herederos y es lioso”, comenta un agente, que señala que, si se hacen cargo de los bienes del difunto, también tienen que hacer frente a las responsabilidades que generan. Para muchos, heredar el coche del padre o del abuelo es un problema añadido al que ya tienen.
Señales evidentes
En todo caso, los agentes del 092 mantienen un servicio permanente de revisión en el que intentan localizar cualquier vehículo sospechoso de abandono. Las señales se hacen evidentes pasado algún tiempo: “Cuando empiezan a salir hierbas por debajo, si tienen mucha suciedad en el parabrisas....”. Por supuesto, si las ruedas están deshinchadas es una buena pista. Y tampoco puede faltar la pegatina de la ITV: si está caducada, técnicamente el vehículo no debería encontrarse en la vía pública, ya sea circulando o no.
A veces, aunque solo en los casos más sangrantes, los policías aplican la ley de residuos, que contempla multas de 6.000 euros para los infractores. Puede parecer insólito. Aunque los coruñeses están acostumbrado ver residuos voluminosos junto a los contenedores de los barrios periféricos, no es lo mismo un colchón que un coche.
Tráfico constata que cada vez son menos los coruñeses que conducen
Otro fenómeno que puede relacionarse con el incremento del abandono de vehículos es que está cayendo el número de conductores en A Coruña. Las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran que cada vez hay más furgonetas y camiones en el parque automovilístico coruñés, y menos turismos. Y 1.300 conductores menos.
A Coruña no ha sido nunca una ciudad muy motorizada, aunque esa sea la impresión que ofrece por la gran cantidad de vehículos que entran y salen a diario del área metropolitana. Pero la mayor parte de los coruñeses realizan sus desplazamientos cotidianos a pie o en transporte público. Es decir, aquellos que no tienen que trasladarse para trabajar a municipios aledaños.
Las estadísticas de la DGT muestran un descenso progresivo en el censo de conductores, que puede achacarse a la falta de relevo generacional. Según las autoescuelas, cada vez la gente tarda más en sacarse en carné de conducir o, simplemente, prefiere no sacárselo. Es un contraste bastante significativo con los jóvenes de veinte años atrás, para los que el coche era entendido como sinónimo de libertad e independencia.
Por sexos
Según los datos de la DGT, en 2020, el censo de conductores era de 141.711, de los cuales 73.806 eran varones y 66.238 mujeres, pero ha ido reduciéndose al ritmo de unos pocos cientos cada año. Si continúa la tendencia, en 2025 la cifra caerá por debajo de los 140.000, dado que en 2024 ya era de 140.044.
Por supuesto, esto tiene repercusiones también en el parque móvil, que ha disminuido aún más que el número de conductores. Si en 2020 eran 144.917 los vehículos matriculados en la ciudad, el año pasado eran 141.635. Hay que decir que lo que más se ha reducido es, precisamente, el número de turismos, que en 2020 era de 114.067 y el año pasado fue de 109.451. Una caída de 5.000 turismos.

