Gladiadores y mosqueteros cruzan sus espadas en un día de armas tomar
La Torre de Hércules y O Ventorrillo fueron escenario de diversas recreaciones a cargo de Gallaecia Viva y la Academia A Espada, respectivamente

Los coruñeses más amantes de la historia vivieron este sábado una auténtica jornada de capa y espada. Dos zonas de la ciudad, la Torre de Hércules y O Ventorrillo, fueron sendos escenarios de batalla para unos recreadores que hicieron resurgir a los gladiadores romanos en el primer caso, y que imitaron a los mosqueteros en el segundo.
El faro herculino fue testigo de nuevo de cómo los hijos de Roma entrechocaban sus armas para entretenimiento del respetable. Todo ello, gracias a recreadores de la asociación Gallaecia Viva, que se encargaron de repartir espadazos, pan y circo, en el marco del VI Entrenamiento Nacional de Gladiatura, que se celebró este año aquí. El presidente, Adrián Rodríguez, explica que este evento reúne cada año a asociaciones de recreación para un entrenamiento, ponencias didácticas y combates.
“El combate pretende mostrarle a la gente cómo sería un espectáculo de lucha de gladiadores”, resume. Así, ayudan a “desmentir muchos de los mitos que se ven en películas o novelas como ‘Gladiator’ o ‘Espartaco’, que dan una imagen más folclórica”. Se refiere, en concreto, a ideas como que morían gladiadores en todos los combates: “La mayoría de las peleas no eran a muerte, y había un árbitro que iba repartiendo puntos, y eso choca bastante”.

Así, ayer, además de dos charlas en el castillo de San Antón, impartidas por expertos en historia, cuatro recreadores de Gallaecia Viva se batieron en dos espectaculares combates. La primera batalla enfrentó a un secutor contra un reciario: es decir, un gladiador protegido con un casco contra otro con un tridente y una red. Y, en el segundo, combatieron un mirmilón, un gladiador de escudo largo, contra otro guerrero de escudo más corto, el tracio. Este último porta una espada torcida, la sica, y protecciones en las piernas.
Por su parte, las fiestas de O Ventorrillo ofrecieron ayer una escena que bien podría haber descrito en sus novelas Alejandro Dumas. Y es que parte de su programación incluyó durante la tarde una exposición de armas antiguas y una exhibición a cargo de la Academia A Espada, una escuela de esgrima histórica que nació en la ciudad en el año 2015.

Uno de sus responsables, Eduardo Varela, explica que los vecinos pudieron observar las armas de hasta 17 recreadores y alumnos de la academia, que estudia a autores del siglo XIV al XVIII para aprender el arte de la esgrima. “Las armas que entrenamos son la ropera de taza, que es conocida por películas como ‘Los mosqueteros’, pero también espadas a dos manos, montantes, escudos...”, asegura. Quienes se acercaron hasta ambos eventos disfrutaron de fieras batallas y de ver en acción un trozo de la antigüedad. Todo un día de armas tomar.
