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A Coruña

Los otros pulpos del Aquarium de A Coruña: el picadero que más 'pone' a los mirones

Varias parejas se han puesto en contacto con la Policía Nacional para denunciar la actitud de ‘voyeurs’

Coches estacionados en el aparcamiento de la Casa de los Peces
Coches estacionados en el aparcamiento de la Casa de los Peces
Javier Alborés

La sofisticación del lenguaje permite que, a la hora de llamar a las cosas por su nombre, sea posible caer prácticamente en eufemismos pomposos y elegantes. No es lo mismo llamarle a alguien mirón que voyeur o voyerista, por mucho que la RAE los relacione. Sea como sea la forma preferida, que A Coruña sea un balcón sobre el Atlántico ha propiciado que, para unos pocos, se convierta más bien en la ventana indiscreta. Y es que, según han detectado fuentes policiales, crece el número de quejas por la presencia de curiosos de la intimidad de los demás, tanto en la playa como en los conocidos como picaderos de toda la vida. El punto más caliente es ahora mismo la Casa de los Peces, a tenor del incremento de las quejas.

La situación ha generado una cierta sensación de alarma entre los residentes del entorno de Monte Alto y el Paseo Marítimo, toda vez que en esa zona ya se habían denunciado recientemente situaciones de acoso. Sin embargo, para alivio de muchos, no se trata de delincuentes convictos. Las incómodas situaciones que han denunciado quienes buscaban algo de cariño al abrigo del Aquarium Finisterrae tiene que ver la mirada de algún que otro supuesto mirón, lo que se ha puesto en conocimiento de las autoridades.

Preocupación

Hace unas semanas, una pareja que se dio cuenta de que no eran los únicos que se lo estaban pasando bien, se dirigió directamente al curioso en cuestión y decidieron tomarse la justicia por su mano. Los viandantes, que también se habían percatado de lo que sucedía, intentaron poner paz y recriminaron al mirón su conducta.

Utilizar el coche para ponerse cariñoso es un hábito tan antiguo como intergeneracional. Lo de que era difícil ponerse al lío en un Simca 1000 ya lo relataron Los Inhumanos en el año 1988. Hoy, a pesar de que las ofertas de hoteles por horas y los moteles han vaciado algunos picaderos tradicionales, nuevos puntos como la Casa de los Peces le valen a algunos para ponerse ‘pulpos’. El acuario ha tomado el relevo del aparcamiento de la Torre de Hércules, mucho menos discreto y con superpoblación de autocaravanas. Eso sí, también hay quienes, desde que el mar y la arena se funden en el Orzán y en Riazor, eligen como plan romántico hacer sus cosas en la playa, con vistas al Atlántico, y, aunque no se den cuenta, a la vista de quienes caminan por el Paseo Marítimo.

Durante las últimas semanas, se ha intensificado la vigilancia en la zona, debido a las quejas de algunos usuarios del aparcamiento. Sin embargo, la recomendación es alertar a los agentes y, sobre todo, intentar no tomarse la justicia por su mano. En la mayoría de los casos, según alertan las mismas fuentes consultadas por este diario, se trata de individuos que escapan en cuanto han detectado que alguien detectaba, valga la redundancia, su presencia merodeando.