A Coruña busca a la Cenicienta del sujetador de leopardo
Un misterioso olvido en una terraza del centro ha dado lugar a todo tipo de especulaciones

Es la del hostelero una de esas profesiones que, muchas veces, valen más por lo que callan que por lo que cuentan. Confesores discretos, los más longevos se plantean muchas veces escribir un libro de anécdotas con marchamo de best seller. Desde luego, la que sucedió en el entorno de la plaza de San Pablo durante la pasada semana pasa el corte al podium de las mejores. Y es que, seguramente, sería digna de contemplar la cara del camarero que, a la hora de recoger la terraza, se encontró un extraño souvenir: un sujetador de leopardo de gran tamaño que, aparentemente, se había dejado alguna de las clientas que se habían pasado la tarde allí.
A pesar de que en el momento del hallazgo se encontraba solo, no pudo evitar comentar, cada vez con menos timidez, la situación de la noche anterior. Primero le tocó a algún cliente madrugador, y posteriormente al propietario del local, que decidió activar un dispositivo de búsqueda igualmente llamativo: colgó el sujetador en cuestión de la manilla de la puerta principal. No se trataba de poner en evidencia a la despistada propietaria, sino de favorecer la recogida discreta, lejos de cuestiones pudorosas.
Sin embargo, en los tiempos de la dictadura de las redes sociales, empezaron a elucubrar los presentes con hipótesis de todo tipo: desde un curioso ceremonial de cortejo a algún tipo de desafío viral en una plataforma. No hay que olvidar que, no hace demasiado, una supuesta influencer consiguió cierta notoriedad introduciendo sus bragas usadas en las prendas de una tienda de ropa. Sea cual sea la voluntad de la propietaria de la prenda, sigue en el mismo sitio donde el sujetador en cuestión dio su último servicio. Como el zapato de cristal esperando encajar de nuevo para cumplir con su función.

