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A Coruña

Alfredo Vigo | “A Coruña era una parada obligatoria en las rutas comerciales más importantes de Europa”

Historiador y miembro del Instituto José Cornide ofrecerá este jueves, a las 19.30 horas, una charla en el Puerto sobre el sueño imposible del comercio con las Molucas

Alfredo Vigo, ayer, posando con el puerto a lo lejos
Alfredo Vigo, ayer, posando con el puerto a lo lejos
Quintana

El historiador y miembro del Instituto José Cornide Alfredo Vigo Trasancos (Ferrol, 1951) es una de las voces más autorizadas a la hora de hablar de una expedición que cambió el mundo. Un viaje que partió desde el puerto de A Coruña el 24 de julio de 1525 con el objetivo de colonizar las islas Molucas, ricas en especiería. Este hito es de gran relevancia en la historia de la urbe herculina. No obstante, su importancia marítima viene de años antes. Sobre esto y más, hablará este jueves, a las 19.30 horas, en el ciclo de conferencias que acogerá la Autoridad Portuaria con motivo de los 500 años de la partida de esta expedición marítima desde la ciudad.

¿Qué aspectos abordará en la ponencia? 

Mi ponencia va a tratar sobre el estado de la ciudad y del puerto en el momento en el que sale la expedición de Loaysa. Aunque aprovecho para contar el antes y el después, es decir, todo el ciclo cronológico que ocurre del año 1522 a 1529.

El puerto de A Coruña fue siempre clave, tanto en la época romana como en la medieval.

Por supuesto. Sobre todo, por su posición estratégica. A Coruña fue parada obligatoria en las rutas comerciales más grandes de Europa. A principios del siglo XVI A Coruña está en una muy buena situación política y geográfica, pero tiene muy mala estructuras portuarias.

¿El apogeo lo alcanza con la partida de la expedición de Loaysa?

La concesión de la Casa de la Contratación supone para la ciudad un ‘boom’ extraordinario. Si no llega a fracasar, le hubiera dado a A Coruña una reputación incalculable. Es un negocio redondo para todo aquel que controle las especias.

¿Cuál era la importancia de levantar esta infraestructura? 

Mucha. De permanecer más años, le hubiera dado unos valores portuarios extraordinarios. Sevilla tenía el control de todo el comercio marítimo con lo que hoy es América, A Coruña tendría lo mismo con las especias. Se cotizaban a precio de oro. Todos los ricos del Norte querían comprar especias. Hay muchos factores que hacen que Carlos V decida situar la casa de contratación aquí.

Primero se quiso levantar en un sitio y finalmente en otro. ¿A que se debió el cambio?

En principio cuando el rey concede a la ciudad la casa se hace un diseño teórico, es decir, lo que va a necesitar A Coruña. El rey le impone a la ciudad que tiene que construir tres castillos. En ese momento estamos en guerra con Francia, no podemos dejar el puerto sin defensas. También le obliga a proporcionar un lugar para crear la casa donde trabajarían los que se encargan de las expediciones. No obstante, la necesidad de que se hiciera rápido hizo que el diseño principal se cayera. En principio estaba previsto que se construyera entre el jardín de San Carlos y Santo Domingo. Finalmente se levantó en la Rosaleda.

Y sobre el viaje. ¿Cómo definiría la travesía?

Fue un gran desastre. Cuando llegaron allí, había partes ocupadas por los portugueses y, además, tardaron mucho en regresar. Fue un pequeño fiasco. Sin embargo, pensar que con aquellas cáscaras de nuez una expedición podía llegar a una ruta tan lejana es casi milagroso.

¿Hubiese prosperado el comercio si se mantuviera la Casa? 

Con que solo llegase una nave cargada de especias ya era negocio suficiente para hacer rentable todo lo que se hubiera invertido. A Coruña podría haberse enriquecido y tener un monopolio que acabó teniendo Portugal. Hubiera sido una ciudad puntera en las rutas del norte de Europa.