La fuente que resiste a las obras de Visma: “Se han cargado la historia de la ciudad y el contexto hidráulico”
El nuevo polígono residencial se ejecuta en una zona de manantiales que abasteció de agua a la ciudad

Los residentes de Visma, Agra del Orzán, Penamoa y Peruleiro se han acostumbrado a convivir con un nuevos vecinos: numerosos obreros y maquinaria que trabajan en la construcción del polígono residencial de San Pedro de Visma, que contará con 3.600 viviendas y 90.000 metros cuadrados de zonas verdes. La previsión es que los primeros hogares se entreguen a partir de 2027.
La ejecución de esta actuación incluye un desmonte de tierra de grandes dimensiones que no pasa desapercibido debido a la gran extensión que ocupa. En el medio hay una pequeñísima zona verde que ha resistido al avance de las excavadoras. Se trata de la denominada Fuente de los Cristales, también conocida como la Arqueta de los Frailes.
Este es uno de los pocos elementos que se conservan en la actualidad del sistema de abastecimiento de agua con el que contó la ciudad desde el siglo XVIII y que funcionó casi 200 años. Esta infraestructura, que aprovechaba los manantiales existentes en la zona, nació de la necesidad de proporcionar un suministro en abundancia a la urbe, en la que la escasez hacía temer a las autoridades una revuelta popular.
Crítica
Francisco Cobas trabajó para recopilar la poca información existente sobre este sistema y escribió el libro ‘Al toque de campana de oración’. Relata que fue “la obra más importante en Galicia del siglo XVIII” y que contaba con dos fuentes: la quinta de los Padres de la Compañía de Jesús (ya desaparecida) y la de los Cristales. Había también un depósito que tampoco se conserva. El agua era transportada hasta el centro de A Coruña mediante una conducción que en la falda del monte de Santa Margarita salvó el desnivel existente mediante un acueducto que dio al lugar el nombre de paseo de los Puentes.

Cobas denuncia que la obra que se realiza en Visma no ha tenido en cuenta “el contexto hidráulico” de la zona y que ahora “el agua va por donde puede”. “Se han cargado la historia de la ciudad. Toda la historia se queda en la fuente”, advierte este investigador, que añade que es necesario “contar la historia” porque “si no se pierde”.
La Fuente de los Cristales, que era la fuente primigenia, se hizo para agrupar el agua del manantial”. En la actualidad está semienterrada, está cimbrada, para que no se caiga. Tiene una bóveda que está hecha por Fernando de Casas, que fue el arquitecto de la fachada del Obradoiro.
Más fuentes
Esta infraestructura para garantizar el abastecimiento de agua permitió a los coruñeses disponer de agua que podía ser tomada en tres fuentes. Una se instaló en la plaza de Azcárraga, mientras que las otras dos se situaron en la calle Fama (en un extremo de Riego de Agua) y en la plaza de Santa Catalina.
Hasta que la ciudad no dispuso de un servicio de abastecimiento de agua, el viejo sistema continuó funcionando.

