Desalojan las tres últimas chabolas del poblado de A Pasaxe

Desde las 8.00 horas se está efectuando el desalojo y se ha cerrado el acceso al poblado chabolista a orillas de la ría de O Burgo
Desalojan las tres últimas chabolas del poblado de A Pasaxe

Este jueves por la mañana se ha iniciado el desalojo de los últimos chabolistas de A Pasaxe. Alrededor de las 8.20 horas, un fuerte dispositivo compuesto por agentes de la Policía Nacional y de la Local, que se ocuparon de vigilar el perímetro, cerraron los accesos al poblado chabolista, que se encuentra a orillas de la ría de O Burgo. Llevaban viviendo allí 35 años. 

 

Desde hace más de dos años en el poblado en sí solo vivía un hombre de avanzada edad, Gonzalo Barrul, acompañado de dos familiares. A lo largo de los últimos años, el resto del poblado ha desaparecido a medida que avanzaban los realojos y Demarcación de Costas se encargaba de cerrar el perímetro para evitar que hubiera nuevas chabolas.

 

Todo este terreno es de dominio público marítimo terrestre y existía una orden de desalojo por parte del juez. Sin embargo, los familiares del afectado señalan que no conocían esta orden, porque su abogado de oficio no trabajaba por la huelga del sector en los últimos meses. 

 

Esta chabola no fue la única afectada. Al otro lado del puente de A Pasaxe, justo al comienzo del Paseo de la ría de O Burgo, existe otra edificación más grande, donde residía Arsenio Barrul,  el hermano del afectado, y que también ha sido desalojada por agentes de la Policía Nacional.

 

Una tercera edificación, esta situada detrás del Hospital Materno, también fue demolidad. La casa, que se encontraba a orillas de la ría, estaba habitada por una mujer a la que el okupa, también chabolista, había permitido pernoctar. Pero se fue sin más problemas tras la llegada de las autoridades. 

 

Los servicios sociales del Ayuntamiento de A Coruña también estaban presentes, incluida la concejala de Bienestar Social, Yoya Neira. El hijo del último poblador de A Pasaxe señaló que a su padre le habían ofrecido dos pisos (el Ayuntamiento habla de siete), pero ninguno era adecuado para él, ya que eran demasiado pequeños y con su padre viven otros dos familiares. En cuanto a su tío, no recibió ninguna oferta al respecto. 

 

Además, señala que al vivir su padre toda la vida al aire libre es inapropiado dejarle en un pequeño piso. De hecho, asegura que ahora mismo está hospitalizado por un ataque de ansiedad al recibir esta visita por parte de las autoridades. 

 

"Mi padre se va con una mano delante y otra detrás"; denunció el hijo, que aseguró que no habían recibido ninguna noticia del desalojo, a pesar de que se había fijado la fecha para el lanzamiento, porque el turno de oficio, al que pertenece su abogado, se encuentra en huelga. "Me dijeron que iban a llevar el tema, pero no me han informado de nada. Yo pago mis impuestos, mi seguro, mi revisión. Pienso que esos abogados me lo tenían que haber comunicado", se lamentó.

 

Por el momento ya están desalojados los chabolistas y la empresa encargada se prepara para las labores de demolición, aunque todavía están retirando el material contaminante, como las uralitas y otros productos con amianto. Después procederán a la demolición y el cierre de este terreno. Lo mismo ocurre al otro lado del puente. 

 

Fin a un problema "histórico"

Por su parte, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, certificó el fin "de un problema que le lleva afectando a esta ciudad desde 1986". "A Coruña recupera así su costa y, sobre todo, lo más importante, docenas de personas que malvivían en este asentamiento de A Pasaxe tendrán viviendas dignas", señaló la regidora, que también quiso hacer hincapié en que se trata de un hecho histórico, ya que en 40 años ningún Gobierno local lo había conseguido". "Siempre fueron gobiernos socialistas los que actuaron para acabar con la infravivienda en esta ciudad. En Penamoa o en Orillamar, son logros que contribuyeron a hacer de esta una ciudad mejor y hoy seguimos en esa línea poniendo fin al mayor asentamiento en las últimas décadas en A Coruña", aseguró. 

 

Desde ahora, según Inés Rey, se podrá recuperar un espacio que permitirá conectar la ría de O Burgo con la ciudad, una modificación urbanística en la que ya se estuvo trabajando durante el pasado mandato. La alcaldesa cifró en dos millones de euros las labores de limpieza y recuperación de la zona, tras las cuales se creará "una gran zona verde, una senda litoral pegada a la ría para conectar el paseo de O Burgo. Podemos llegar a la playa de Oza y seguir profundizando en esa idea de una ciudad más sostenible, más humana, que recupera sus espacios y, sobre todo, también que cuide a las personas".

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