Qué tristeza de política… o QVSPM

Cuando salíamos de la adolescencia y Franco se moría arrastrando con él los restos de la larga noche de piedra que evocaba Celso Emilio Ferreiro, la transición política de España era un volcán en erupción, ilusionante y efervescente, que determinó la militancia política de mi generación. Queríamos cambiar España, incluso el mundo si nos dejaban, y nos formábamos  políticamente para ser los mejores. Porque estábamos convencidos de que la política y la gestión de los intereses públicos solo debía ser enconmendado a los mejores; los mas preparados, los mas honestos y con mayor visión estratégica.  Recordando a Lampedusa , eramos los Gatopardos y los leones políticos. Nos creíamos la sal de la tierra. Ignorabamos que la política acabaría poblada de chacales y de hienas, aunque afortunadamente ni siquiera mayoritariamente.  Aprendíamos fascinados de grandes mentes, aunque discreparamos : Beiras, Fraga, Carrillo, eran los referentes, pero había mas muy preparados intelectualmente , aunque menos conocidos.
No soy ningún nostalgico del pasado y creo que por cada 5 minutos de evocar el pasado hay que dedicar 55 a trabajar el futuro. Pero confrontado con la decisión de a quien votar el 26 J, mas por responsabilidad que por gusto o convicción, añoro a los que tenían un discurso político frente a pseudo lideres manifiestamente incultos, que solo leen argumentarios resumidos y solo escuchan a sus asesores de marketing. Y que modulan su discurso en función de encuestas generalmente mal hechas y de la lucecita roja que les indica que están entrando en directo en los informativos nacionales.
Tengo dificultad en identificar las propuestas políticas que nos ofrecen. Se que Rajoy centrará la salida de la crisis en atacar a los radicales y extremistas, Pedro Sanchez en  su resentimiento contra Pablo Iglesias por no haberle ayudado en su batalla interna contra Susana Diaz y en lo malísimo que es Rajoy , Pablo Iglesias en su variante cutre y cheli de Juego de Tronos y Albert Rivera en su indefinición calculada de la que solo sale para acusar a IU de comunistas, como si fuera un delito , contándonos algo que –para variar– ya sabíamos todos.
Personalmente preferiría conocer sus propuestas sobre el modelo fiscal, las medidas políticas y penales contra la corrupción, con carácter retroactivo hasta donde sea posible y responsabilidades indemnizatorias al estado que saquearon  algo de lo que no se habla), las incompatibilidades de los políticos para entrar en Consejos de Administración como Trinidad Jimenez en Telefonica, la política social y demográfica, incluyendo el problema de los refugiados que debería ser una variable de una estrategia demográfica de repoblación, las políticas de creación de empleo y recuperación de la generación morada (por el color del pasaporte que tiene que utilizar para marcharse a buscar trabajo), las políticas de educación, innovación e I+D, clave de los puntos anteriores, la políticas energéticas y de sostenibilidad, las políticas de transportes , y en concreto la red ferroviaria de cercanías y mercancías , que no todo va a ser AVE, y por ultimo el modelo territorial español, aun sin definir,  lo que algunos desinformados llaman pomposamente “el problema catalán”. Ya ven que poco pido para dar mi voto. Cabe en un párrafo y me ha llegado cinco minutos escribirlo, mucho menos de lo que dedican los candidatos a insultarse y declinar la política en participio pasado negativo, en vez de hacerlo en  futuro pluscuamperfecto positivo. Así que no se extrañen si la fuerza ganadora el 26 de Junio es QVSPM.

Qué tristeza de política… o QVSPM

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