SIMEONE ES PURO TEATRO

Simeone, técnico del Atlético de Madrid, sigue en el ojo del huracán. Su acción macarral ante un colegiado en el segundo partido de la Supercopa de España, que ganó su equipo ante el Madrid, le lleva de nuevo a la grada. Su bula toca fondo. La sanción, de ocho partidos, la encajó a regañadientes, aunque él siempre alardeó que la aceptaría sin reproches. Se marchó del fútbol español un lunático, Mourinho, y nos queda otro puto amo, el Cholo Simeone, cuya vida deportiva también es considerada un puro teatro. Un teatro que forma parte del espectáculo del fútbol y que él sabe perfectamente como dominarlo.
Pero esta vez, una vez más, se ha vuelto a equivocar. El técnico argentino, igual que le pasaba a Mou, se considera un incomprendido. Con el entrenador rojiblanco se conjugan fantasía, glamour, soberbia, altanería… Su personalidad, me recuerda a otro dirigente del fútbol español que ahora ya no ejerce: O estás con él o contra él. No hay término medio. En el bando colchonero se considera exagerada la sanción. Es lógico.
La explicación que se da desde la cúpula es que el Comité quería marcar ejemplo y que lo han elegido a él como cabeza de turco. Simeone nos recuerda que no tiene problemas con ningún equipo español a excepción del Barça y Madrid. Ya lo decía Mourinho: “Tampoco Jesucristo caía bien a todo el mundo”.  Toda una ola de desagravios para un técnico y un club, que este año defiende el título de Liga, la décima para la entidad que dirige Enrique Cerezo.  
Pero las cosas no han comenzado nada bien este año para el actual campeón. El Atlético arrancó un empate ramplón en Vallecas. Y lo que es peor. Con la sensación de que le faltan pólvora y profundidad de banquillo, sobrevolando el fantasma de Diego Costa y añorando al lesionado Arda Turán y al sancionado Raúl García, que con su poderío aéreo, sus goles y su brega (también sus falsedades) hace mejores a sus compañeros. Ese punto frente al Rayo explica el cansancio de los atléticos, que acusaron el gran esfuerzo ante el Madrid, y algunos desajustes de un campeón que necesita reinventarse. Pero, como ya es lo habitual, a la plantilla, más vulnerable la de esta campaña que la del anterior ejercicio, se les va a quedar marcada la filosofía del Cholo sobre el fútbol, el creer, el trabajo, el esfuerzo, el ir partido a partido… Ya lo decía la Saritisima: “Pero qué pasa, qué invento es esto?” .

 

SIMEONE ES PURO TEATRO

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