Oxígeno en el minuto 93

Después de lo visto en los partidos coperos del Deportivo, incluso en el último choque liguero de Riazor ante Osasuna, hay quien me asegura que nuestro Depor, su fútbol más concretamente, sufre un grave trastorno de estrés. Que tiene recaídas complicadas y arriesgadas. Me niego a admitirlo rotundamente. Sobre este tema, en estos últimos días ha caído en mis manos el libro “La ciencia de la larga vida” desarrollado por el médico e investigador científico Valentín Fuster y el periodista Josep Corbella quienes abordan diferentes aspectos sobre este tipo de síntomas que muy bien pueden tener relación con el actual momento del Deportivo.
En su narrativa, y además está demostrado científicamente, explican que “un cierto nivel de estrés es saludable, conveniente y hasta agradable porque activa el organismo. Hay estrés en una montaña rusa, en una final de fútbol, en la preparación de un viaje o en el servicio de urgencias de un hospital. El problema viene cuando estos niveles de estrés se disparan y lo que era una reacción beneficiosa se convierte en perjudicial”. Este libro, tal como lo reflejan sus autores, nos enseña de manera práctica, sencilla y divulgativa cómo actuar para mantenernos principalmente activos física, intelectual y emocionalmente descubriendo especialmente el papel central de la motivación debido a que la mente tiene un rol fundamental a la hora de disfrutar de los placeres de la vida, en este caso, teniendo como referencia el fútbol y como actor protagonista a nuestro Deportivo.
Tampoco pretendo demostrar con ello que la calidad futbolística que despliega ahora el Deportivo sirva para festejarlo lanzando cohetes a diestro y siniestro. Tampoco es eso. Pero sí recalcar que la recuperación de su juego es más que admisible. Volviendo a la Copa del Rey, se sacó adelante con muchos apuros la eliminatoria frente al Betis y ahora ante el Alavés se volvió a demostrar que este Deportivo tienen carácter y capacidad de reacción dándole vida a una ronda que estaba rota y perdida con el 0-2 para los de Pellegrini. Los goles de Bruno Gama y Joselu dejan las cosas difíciles pero no imposibles. Y otra vez, en el ya famoso minuto 93, (esta vez no fue Ramos) Joselu, con su gol, puede prolongar el sueño deportivista en una competición que no sabría decir si ahora sería más interesante luchar por ella o centrarse totalmente en una Liga en la que todavía queda mucha tela que cortar. Y hoy mismo en terreno catalán frente al Espanyol se podrían disipar las dudas en un sentido u otro. Depende de qué lado caiga la moneda.

Oxígeno en el minuto 93

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