Un Deportivo con flor

Vuelve el Deportivo a jugar ante su afición esta noche para recibir al Betis en un momento en el que los locales se han metido un jardín del que, de momento, les cuesta mucho salir. Aunque esta desagradable situación es, desde luego, muy frecuente en los tiempos que corren, justo es reconocer que presenta unas características más específicas que las que comporta simplemente “cagarla”. Por ese motivo tampoco vamos a sacar las cosas de quicio aunque la temporada que está realizando el club coruñés no es muy afortunada y a poco que haya un despiste de sus protagonistas, nos podemos meter en un lío de enormes dimensiones.
Para ver en el calendario la última victoria del equipo dirigido por Gaizka Garitano hay que remontarse al 18 de diciembre del pasado año ante Osasuna. En aquella fecha los goles de Andone y Babel nos trajeron tranquilidad ante un rival, que salvo milagro, en unión del Granada, es carne de Segunda. Después llegaron tres empates y una derrota, precisamente esta última ante un Eibar que supo aprovechar muy bien los regalos de la defensa deportivista, cada día ofreciendo más lagunas, con un centro del campo donde hay jugadores que acusan una bajo rendimiento alarmante y un ataque donde Andone, que lleva siete goles en el  campeonato, está terriblemente perdido ante la defensa rival. Ni la ayuda de un sacrificado Emre Çolak sirve para encontrar las tan ansiadas soluciones ante la meta rival. Un Çolak, por cierto, que en Ipurua anotó su segundo gol con el Depor, también de cabeza, igual que lo hiciese frente al Valencia en nuestro estadio.
Indudablemente, hay mucho trabajo por hacer y el peligro acorrala más al equipo cada jornada que transcurre porque la zona roja, donde está el pelotón de los torpes, que marca el Sporting con 13 puntos, tiene unos protagonistas claros y con diferencias, a priori, infranqueables. Sin embargo, soy de los que considero que este Deportivo tiene flor. No digo con ello que se considere especial o superior a los demás. No voy por ahí. Estimo que los enemigos que viven en peligro permanente de descenso, están haciéndole un favor impagable al club que preside Tino Fernández. Granada, Osasuna, Sporting, Leganés, Valencia, Málaga, Betis y Alavés (no hay más que mirar sus últimos resultados) están haciendo posible que nuestro Depor, que sigue negado lejos de su público, mantenga esa flor que le hace parecer mejores que todos sus adversarios. Es solo una ilusión, que, de seguir así, puede ser definitiva y decisiva al final de la competición.

Un Deportivo con flor

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