USO Y ABUSO DEL TC

Después de unos días amargos por tierras andaluzas, la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha vuelto a sonreír. Y no era para menos. Una sentencia del Tribunal Constitucional (TC) desestimaba el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PSOE contra la reforma del reglamento de las Cortes de aquella comunidad y respaldaba el sistema retributivo allí vigente para los parlamentarios regionales. Como se sabe, prácticamente todos ellos sólo cobran dietas por asistencia.
El alto tribunal ha entendido, en efecto, que la percepción de una remuneración fija no constituye, per se, un derecho; que el cambio normativo del régimen de retribuciones es legítimo y que ello no menoscaba la función legislativa o de control de la acción de gobierno.
La verdad que el TC lo ha tenido fácil, como lo demuestran la rapidez con que ha resuelto y la unanimidad con que lo ha hecho. En realidad, el sistema de dietas predomina sin problemas en varios reglamentos parlamentarios regionales y ya hay Administraciones como la local con miles y miles de concejales que desde hace tiempo no cobran sueldo.
La sentencia ha supuesto un varapalo para el PSOE y muy especialmente para los socialistas castellano-manchegos que tanto empeño y grandilocuencia habían puesto en ello. Pero por encima de todo, la sentencia debería ser también motivo de reflexión para quienes vienen abusando del recurso ante el Tribunal Constitucional para resolver diferencias políticas.
En el ámbito autonómico destaca en esta pugna con el Gobierno central la Generalidad catalana, instancia que, paradójicamente, sólo cree en el TC cuando le conviene y cuyas sentencias cumple cuando le viene en gana. Pues bien, aun así, desde 2012 y la llegada al poder del PP, el Gobierno regional aquel ha planteado hasta 32 conflictos: 19 recursos de inconstitucionalidad –cuatro de una tacada estos mismos días–, nueve conflictos de competencia y cuatro requerimientos de incompetencia. Tampoco lo van a la zaga las comunidades gobernadas por el Partido Socialista, como Andalucía, que acaba de anunciar la presentación de otros dos.
En el ámbito de los partidos políticos sobresale la actuación del Partido Socialista, que está recurriendo ante el TC todo lo que se mueve, en un intento de ganar en los tribunales lo que pierde en las Cámaras legislativas. Y dicen muchos que si tan seguro está de ganar las próximas elecciones y de poder derogar lo que estime oportuno, no se entiende por qué pierde el tiempo presentado recursos que se habrán de resolver no se sabe cuándo.  Así pues, la apelación sistemática al TC lo único que hace es atascar y devaluar a un tribunal que está para muy otras cosas. 

USO Y ABUSO DEL TC

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