Por el camino de Angela Merkel

Pese a quien pese, la visita de Angela Merkel a Galicia invitada por Mariano Rajoy ha significado todo un éxito para España,  para el propio presidente del Gobierno y, de una manera más tangencial, para la  comunidad autónoma –la nuestra- que sirvió de acogedor y distendido marco a las conversaciones.
Se ha dicho y con razón que Rajoy ha protagonizado  en su tierra y gracias a la canciller alemana el arranque de curso político más temprano y productivo de su carrera, al tiempo de que se ha confirmado así como socio preferente de la señora Merkel en el seno de la Unión Europea e incluso como referente para terceros que habrán de ver en nuestro país un modelo de cómo en tiempo relativamente corto se puede dar un auténtico cambio hacia mejor a través  de reformas estructurales y de medidas –no pocas impopulares- para reactivar la economía.
Y ello, en un contexto donde Europa no termina de salir de la crisis; con una Alemania que ha visto paralizada su progresión; una Francia en crecimiento cero, y  una Italia que ha entrado en recesión. Así las cosas, Rajoy parece haber concluido sus escarceos  de hace poco con estos dos últimos países  y se ha pasado decididamente a las tesis de la canciller alemana en favor del control del déficit y la inflación  y en contra de las políticas de expansión a base de dinero público. Unas tesis –todo hay que decirlo- de las que Rajoy  no ha estado nunca alejado. Entre otras cosas, porque siempre ha creído que la crisis de deuda no se afronta abusando aún más de la misma. .
El presidente del Gobierno se ha empeñado también en recolocar a España en la órbita de los países que tienen peso y deciden en la Unión Europea. Si el final, ahora o en junio próximo, logra la presidencia del Eurogrupo para Luis de Guindos, éste ocupará el cargo más importante que en el área económica de la UE haya desempeñado nunca un español. De entrada cuenta con el más que decisivo respaldo de la canciller alemana.
No se trata, pues, de buscar un trabajo para el hoy ministro de Economía, como con la frivolidad que empieza a caracterizarlo ha dicho el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Se trata en realidad de contar con un puesto o representación desde la que se coordinan las políticas de los ministros de economía y finanzas de la zona euro.  Si, además, se consigue una comisaría de relevancia, pues mejor que mejor.
Es de esperar que desde Bruselas uno y otro supongan para los problemas de España una mano mejor que la del hoy comisario Joaquín Almunia, más militante socialista de lo que hubiera correspondido.

Por el camino de Angela Merkel

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