Hay un mensaje para usted, señor Ferreiro

Más de un tercio de los coruñeses que hace siete días acudieron a votar escogió la papeleta del Partido Popular. La única palabra que nos sale es gracias. Los resultados del 26-J dejan una sensación de que la ciudad comienza a padecer evidentes síntomas de cansancio. La Marea era un cohete de feria. Un fuego de artificio que deslumbró en el momento de su explosión. Un fugaz fogonazo.
Se pueden hacer tantas lecturas como lectores. Más incluso. Pero la realidad es una y vive pegada a las matemáticas. Los coruñeses han hablado donde llevan cuarenta años hablando. Donde habla la democracia. Los 28 votos de diferencia con que el Partido Popular ganó las elecciones de mayo de 2015 se transformaron en mil el pasado diciembre. Ahora, poco más de un año después, recae sobre nuestros hombros la responsabilidad de responder a la confianza del 51.117 coruñeses. Son casi 13.700 votos más que los cosechados por el partido que sustenta al actual gobierno local. Alguien debería pasarse una temporada en el rincón de pensar.
No hay muchas vueltas que darle. Frente a la paralización de la ciudad se ha impuesto el partido que escucha; frente al bloqueo de las inversiones se ha impuesto el apoyo encendido a los sectores que generan empleo; frente al frenazo que ha mandado a la ciudad al vagón de cola se ha impuesto el partido de las buenas ideas. El pasado domingo el Partido Popular obtuvo el mismo número de votos que hace cinco años aupó a Carlos Negreira a la mayoría absoluta y, en consecuencia, al gobierno de la ciudad. Estamos agradecidos, pero no nos conformamos.
No es casualidad. Estamos orgullosos de nuestra gente. De esos militantes y simpatizantes que siempre responden al insulto con una sonrisa. De esos afiliados y amigos que creen en la vigencia de los valores. De esos coruñeses, de esa inmensa mayoría, que callan y respetan cuando vienen mal dadas y se sobreponen trabajando más duro, empujando más fuerte y mirando más lejos. Estamos convencidos de que ese es el camino. Nos mueve A Coruña y por ella seguimos caminando.
El domingo los coruñeses le han puesto plazos al sueño de una noche de primavera; una fantasía de seres ficticios que el tiempo va colocando en su realidad. Regresamos al sentido común. Estamos a tiempo de volver a ser una ciudad admirada por los más sanos, envidiada por los celosos, líder de una Galicia pujante, referencia de una España unida y discípula de la Europa que Salvador de Madariaga imaginó.
A estas alturas parece ya poco probable que Xulio Ferreiro reúna la humildad suficiente para “velas vir”. Allá él y sus alforjas en este viaje a ninguna parte. El Partido Popular ha demostrado que mantiene la calma, la seriedad y el mejor proyecto para esta ciudad. Y los coruñeses lo saben.

*Rosa Gallego es la
portavoz municipal del PP

Hay un mensaje para usted, señor Ferreiro

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