HacemosBarrio, algo más que un hashtag

En el PP de A Coruña hemos reanudado una costumbre que en realidad nunca habíamos abandonado. Nos gusta escuchar. Nos gusta tomarle el pulso a nuestros barrios. Nos gusta el cuerpo a cuerpo, el cara a cara y el trato directo con nuestros vecinos. Somos el partido que más cerca está de la gente y nos faltan horas cada día para mantener ese cordón umbilical que nos alimenta y que nos conecta con lo que en realidad le preocupa a los coruñeses. No se trata de polemizar, ni de ver si somos más o menos que los demás. Hoy no. Es, sencillamente, la única forma que entendemos de hacer política de verdad; esa que se preocupa por los problemas reales de la gente y por la eficacia a la hora de resolverlos. Hacemos Barrio.
Hemos visitado ya Monte Alto, la Ciudad Vieja y la Falperra. Nos hemos reunido con todas las asociaciones que nos han querido recibir. Hemos visitado los mercados, los comercios de cercanía, las tiendas de toda la vida, las escuelas… No vamos a hablar. Vamos a escuchar a la gente, a que nos digan cuáles son sus necesidades y sus demandas reales. Nadie nos habla de política de altos vuelos, ni de estrategias económicas internacionales. En la calle no se habla del Brexit, ni de la geoestrategia de los bloques económicos. Ni siquiera se habla demasiado de Venezuela, ni del drama de los refugiados. Aquí el debate gira en torno a si se vive mal, bien o como se podría vivir mejor. Los problemas que preocupan son los del cotidiano.
Los barrios se sienten abandonados. Baches, problemas de escasa iluminación, podas de árboles sin criterio ni sentido común, las dificultades de las personas mayores con movilidad reducida, las cacas de los perros y el poco civismo de sus dueños… No hay respuesta. Hay coincidencia en que el gobierno local ni está ni se le espera. Callan. Desaparecen. Cada vez son más frecuentes las quejas porque el alcalde y sus concejales no reciben a los vecinos. Algunos pidieron audiencia en octubre y llevan nueve meses sentados esperando. Cuentan los más pacientes que se ve que a la Marea no le cae bien que los critiquen, y por eso sólo recibe a quien saben que les va a regalar los oídos. Es la definición pura y cristalina del sectarismo.
Algunos casos son ciertamente dramáticos. Pese a contar ya con la luz verde del Pleno, hay asociaciones que siguen esperando a que se les abonen los convenios. No es una entelequia. Hay familias coruñesas que no cobran el sueldo que les corresponde porque las entidades no tienen para pagar. Ni a ellos, ni la luz, ni el agua…
Es una cuestión de voluntad. Nosotros seguiremos en la calle, escuchando, defendiendo a los coruñeses y luchando por su bienestar. Nosotros, sí. 
*Rosa Gallego es portavoz municipal del PP

HacemosBarrio, algo más que un hashtag

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