PACO DE LUCÍA: FUENTE Y CAUDAL

El título de su quinto elepé –de treinta que grabó–, “Fuente y caudal”(1973), ilustra el titular de esta despedida a Paco de Lucia, que falleció a los 66 años. Él fue “fuente”, manantial, tanto en el aspecto creativo como en el interpretativo, que alcanzó una perfección técnica y un estilo, que hasta entonces no había alcanzado ningún guitarrista flamenco y cuyo “caudal” propició un despliegue de medios expresivos sorprendente que impactaron de forma decisiva en la nueva generación de guitarristas flamencos, que ha tenido en Paco su maestro y mentor principal.
Me “tropecé” con Paco de Lucía en 1969, al escuchar el disco en el que, junto a su hermano Ramón de Algeciras, interpretaba versiones de temas hispanoamericanos de siempre, “aconsejado” por su casa de discos, Philips, que buscaba salidas más comerciales al flamenco. Un trabajo “bonito”, de agradable escucha, pero que no movía las montañas del entusiasmo que llegó en 1973 con el nombrado “Fuente y caudal”, que disparó la proyección nacional e internacional de Paco de Lucía, debido a la popularidad alcanzada por “Entre dos aguas”, una rumba de “relleno” añadida a última hora para completar un disco que tenía solo siete números grabados.
Casualidades de la vida, de una vida artística que a partir de entonces, y con la unión de Camarón de la Isla, se muestra como una excelente intérprete del flamenco más ortodoxo, para proseguir  por el camino de “mestizaje” entrando en el terreno del pop, el rock y el jazz, trabajando con Al Di Meola y Mc Laughlin, que, “a pesar de haber sido muy importante en mi desarrollo como músico –confesó– es un paréntesis en mi trabajo dedicado al flamenco”.
En 1993 Paco de Lucia actuó en el Palacio de Deportes de A Coruña y repitió visita en septiembre de 2006 presentando “Cositas buenas”, que lo devolvía a la actividad discográfica después de casi cinco años. A la hora de rendir honores a este gran genio de la guitarra, recaudador de distinciones múltiples –Premio Príncipe de Asturias, entre muchos otros– añadir el de un aficionado a la música que un buen día bebió de su “fuente” y con su “caudal” abrió los oídos al flamenco. Gracias, Paco.

PACO DE LUCÍA: FUENTE Y CAUDAL

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