NACER, CRECER Y MULTIPLICARSE

Parece increíble, pero en una situación poco propicia para dar a luz nuevos solistas y grupos, el censo musical gallego crece sin cesar. Siempre ha sido difícil –más o menos– vivir de la música pero hoy día más. Y aún así llegan en oleadas –¡bienvenidos!– empujados por la fuerza motriz de las nuevas tecnologías y las redes sociales enarbolando una diversidad de etiquetas en ocasiones difíciles de “colocar”: Música alternativa, electrónica, folk, fusión, hard rock, metal, soul, rap, r&b, jazz, otras músicas, pop, pop-rock, rock, versiones y demás, “con-post” incluido.
La idea de “catalogar” los estilos musicales por géneros nació para facilitar la “vida” al aficionado que busca algo específico que sea de su agrado, y elegir, aunque el “jirigay” actual de nomenclaturas no ayuda demasiado. Grupos y nombres que uno jamás había oído. Decenas y decenas de grupos que se machacan a diario o semanalmente en un local de ensayo, buscando la diversión, la notabilidad, la vanidad, la creación, la fiesta… o el sueño máximo de una rock star, que de todo habrá.
Muchos cuentan con grabaciones, bien físicas o virtuales, y han actuado en sitios diversos, configurando un escenario en el que la vida “útil” de muchos de ellos suele tener poco recorrido. No importa, la afición y la ilusión mandan y lo que tenga que llegar, llegará o no. Viven el día a día, disfrutan, hacen “equilibrios” en la “redes sociales”, que son una herramienta vital para promocionar sus conciertos, publicar noticias, subir todo tipo de vídeos, hacer escuchar –y vender– sus canciones.
En los conservatorios y escuelas de música está el “germen” de tanto nacimiento pero “arriba” está su expansión. Grabar, editar y “subir”, para darse a conocer por parte de las nuevas bandas y solistas que no tienen el recurso  para grabar un disco. Siempre fui partidario de ayudar en lo posible a los “recién nacidos”, porque la música vive de la “creación”.
De momento, toca acoger a los “nuevos” que vienen pidiendo sitio con cordialidad y templanza crítica. Tiempo al tiempo es lo que hay que dar y llegado el momento si la “semilla” fructifica abonarla para facilitar su crecimiento, ya se encargarán las inclemencias varias del mundo de la música de marcar las pautas a seguir.

NACER, CRECER Y MULTIPLICARSE

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