Milagro

El Gobierno español paseó por el G-20 exhibiendo sus logros indecentes en materia económica, macroeconómica para ser más rigurosos. Cinco décimas del PIB y 150.000 parados menos en el último año (harían falta más de treinta años para terminar con el paro a ese ritmo) y contando para ello los contratos de mierda de dos días a la semana, o de ocho horas al mes.
Ni una palabra de los cientos de miles de desahuciados, del espectacular índice de pobreza infantil, solo por detrás de Rumanía, de la subida de impuestos, de la rebaja salarial del 10% de media y del 20% a quienes desempeñan un trabajo temporal, del 56% de jóvenes en paro y de los más de 300.000 emigrados, de la rebaja de prestaciones sociales, de la práctica eliminación de la dependencia, del estrangulamiento de la educación y sanidad públicas, ni de la generalizada y nauseabunda corrupción a todos los niveles institucionales. ¿Milagro?, sí, tener un pueblo tan paciente y bendito como el español. Ahí está el milagro.