SIN SORPRESA

Convendrán conmigo que no es ninguna sorpresa que el 88% de las bases de Podemos se haya decantado contra un acuerdo con el PSOE en el que también participe Ciudadanos. Pablo Iglesias lo tenía claro desde el principio, aunque ha llevado al PSOE del ronzal haciéndole creer que quería negociar. Así las cosas y pese a los cantos de sirena de los socialistas insistiendo en pedir a Iglesias que se avenga al consenso, parece irremediable la convocatoria de elecciones.
Ni el PSOE puede romper su acuerdo con Ciudadanos para complacer a Podemos ni tampoco se puede sentar a negociar con el PP, por lo menos con el PP de Rajoy. Ciudadanos tampoco quedaría bien si rompiera su acuerdo con el PSOE para entenderse ahora con el PP. Así que parece inevitable que el 26 de junio volvamos a las urnas donde está por ver si se repetirán los resultados del 20 de diciembre o si habrá cambios.
Yo estoy entre quienes defienden la necesidad de nuevas elecciones y no me parece dramático que se celebren, porque esta “segunda vuelta” es una oportunidad para repensar el voto. Durante estos meses hemos conocido mejor a los lideres de los partidos. Sabemos de sus virtudes y sus flaquezas, de sus imposturas y sus aciertos y eso nos ayudará a reflexionar sobre quién merece nuestro voto por más que algunas encuestas apuntan que si hay elecciones el 26 de junio los resultados serán miméticos con los del 20-D.