El Girona, un rival incómodo que hay que alejar cuanto antes

No pudo ser, pero de Ipurua el Deportivo trajo un punto. No pudo ser el traer los tres, que eran los que yo quería sumar en mi columna pasada, pero sumar siempre es importante, y se sumó uno y no se encajaron goles pese a la sorpresa que nos deparó Pepe Mel cuando puso bajo palos al jovencísimo guardameta nigeriano Francis Uzoho tras su buen trabajo ante el Corinthians el pasado día 6. Hasta la defensa, con la novedad de Raúl Albentosa, se mostró mucho más segura que en los últimos encuentros. Por cierto, yo me atreví, días pasados, para que se diera alguna oportunidad al portero del Fabril, y el técnico ya se la jugó en la primera ocasión. Valiente míster.

Ya tenemos un guardameta que puede hacerse con la titularidad. Ahora lo que hay que exigir que los de arriba y del medio campo hagan lo mismo. Mejorar. No es mucho pedir porque ellos han dado buenas muestras de que están capacitados para lograrlo. Sólo tienen que proponérselo. El deportivismo bien se lo merece.

Otro paso a dar lo está pidiendo Fede Valverde, como mediocentro de verdad, y no por la banda. Si el internacional uruguayo, con 18 años, es el que lleva la batuta de organizador en el juego ‘charrúa’, porqué no otorgarle aquí la misma responsabilidad que en su selección nacional. Entre otras cosas porque el turco Emre Çolak puede aportar mucho más al poder ofensivo y surtir adecuadamente a Andone. Y me quedo ahí.

Y ahora a prepararse para recibir al debutante en la máxima categoría del fútbol español, el Girona F.C., que visitará el Abanca-Riazor el próximo lunes, día 23, a las nueve de la noche. Aquí sí que no caben disculpas y que no empiecen los agoreros a seguir con su cancioncilla de lo que se juega Pepe Mel. El que se lo juega es el Deportivo y los tres puntos deben de quedarse en casa. Ya está bien que algunos cercanos al club -tengo los nombres- sigan con la cantinela del pretendido ultimátum al actual técnico blanquiazul. Déjenlo tranquilo de una vez.

Después de dos jornadas sin perder, con la victoria ante el Getafe (2-1) y el empate en Ipurua, la obligación está en sumar otros tres puntos ante el recién ascendido Girona. Un rival que sin duda alguna viene buscando soluciones a su situación en la tabla, a dos puntos en la clasificación, y que pude ser un serio compromiso para su técnico, el soriano Pablo Machín, que está cumpliendo su quinta temporada en el banquillo catalán. Ha remozado considerablemente la plantilla, encontrándose un exdeportivista en sus filas, el colombiano Marlos Moreno, cedido por el Manchester City que, a su paso por el Depor, lució en escasas ocasiones.

Estamos ante un rival de ´su´ liga  y los deportivistas no pueden salir a especular. Desde el pitido inicial no caben concesiones ni oportunidades al contrario. Los tres puntos en juego tienen que quedarse en el Abanca-Riazor. ¡Forza Depor!.

P.D.- No lo puedo evitar. El tormento del fuego que asoló Galicia días pasados, que también incluyó su parte deportiva, me trae a la memoria la facilidad con que hemos perdido aquellos viejos valores humanos de siempre, con los que nos fue más bien que mal, pero que algunos personajillos, que no personas, se dedican a programar el mal, en este caso incendiando todo lo que encuentran a su paso, sin pararse a considerar los grandes males que acarrean, incluidas cuatro vidas que ya no volverán a ver más. Los gallegos, sean del partido político que sean, no nos merecemos estas calamidades y, por lo tanto exigimos castigos ejemplares a los autores y, por supuesto, que Alberto Núñez Feijóo cumpla con todos los afectados.

El Girona, un rival incómodo que hay que alejar cuanto antes

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