Tocados, pero ¿hundidos?

Es cierto que Rajoy y su ministro De Guindos engañaron al personal, pues el “chollo” de Soria el exministro mentiroso ni fue publicitado ni en la convocatoria se mencionaba el grupo de técnico comercial del Estado ni se baremaban otros conceptos, con lo que aquello fue fraude, una corrupción más. ¿No…? 
¿La dimisión no hace olvidar lo torpe y escandalosa actuación gubernamental. Esto se une a que el PP tiene a cuatro exministros, otros tantos tesoreros, diez exalcaldes, veinticuatro cargos –entre diputados regionales y parlamentarios nacionales– y hasta siete altos dirigentes del partido en el caso de pillaje, sangría del dinero público, llamado Gürtel, con ramificaciones en toda España, con especial significación en Madrid y Valencia? Sí, es cierto. 
¿Es verdad que durante todos esos años –veinte, según algunos autos judiciales– el señor Rajoy andaba por allí? Es cierto que un juez acusa al expresidente francés Sarkozy de financiación ilegal de su campaña en 2012.Y es cierto que Mariano organizó unas cuantas elecciones que están bajo sospecha. 
Félix de Azúa apostilla “el PP es un partido que actúa con incuria, sin piedad y despreciando a la clientela que paga sus sueldos. Solo así se entiende que Rajoy, el político más cínico que ha dado Galicia, y ya es decir, se mantenga en su puesto después de permitir  el saqueo de España hasta el último minuto”. (“El País”, 6-9).
Y en cuanto a la economía (uno de los mantras de este Gobierno que vive en otro país), como rubrican datos oficiales, en un solo día –el 31 de agosto– España registró una destrucción récord de empleo, pues casi doscientos cincuenta mil empleados dejaron de cotizar a la Seguridad Social. La precariedad, afirman desde la Organización Internacional del Trabajo, hace que la mayoría de los trabajadores sean pobres y que los jóvenes en España, el colectivo más vulnerable hoy, es el que tiene mayor riesgo. 
Además la deuda pública es insoportable. Pese a las trampas, las listas de espera, tras el cierre de camas, las bajas de sanitarios por vacaciones, aumentaron de forma escandalosa y mientras los jubilados cuentan con un aumento del 0,25 % el gasto farmacéutico, por el copago, es entre un 3 y 7%. Por tanto. ni regeneración ni éxitos económicos. Tal vez todo se arregle pronto en las urnas o, definitivamente, el final de esta época la sustancien los juzgados. 

Tocados, pero ¿hundidos?

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