POLITIZAR Y POLITICASTRO

En mi viejo diccionario (Plaza y Janes Editores. 1978) no figura ese “palabro” tan usado por nuestros políticos: politizar, que sí incluye el diccionario usual de la Real Academia y que ahora copio: dar orientación y contenido político a acciones, pensamientos, que concretamente no lo tienen. Y añade otra entrada: inculcar a alguien una formación o conciencia política.
Después de esta verificación pienso que esos dirigentes que usan y abusan del término (uno de ellos nuestro héroe Feij009) lo hacen para lo que les conviene y sin ningún inconveniente cuando no tiene nada que ver.
Pedir una comisión de investigación para explicar su relación (la de la Xunta que preside) con la trama es, claramente, dar orientación, contenido político, a una acción política más que dudosa.
¿Qué le parece a “o noso presidente” que el PP en conjunto y cada uno de sus políticos de primera división (¿o politicastros?) no quieran politizar el caso “Gurtel”, que, según la Audiencia, “confirma varios delitos como fraude fiscal, cohecho, blanqueo y asociación ilícita” y señala a 45 imputados y dedica especial atención al PP, al que considera “partícipe a título lucrativo”, pues afirma que esa formación política tuvo conocimiento de la trama, pues repercutió en su propio peculio, ya que dejó de abonar sumas que otros pagaron como gastos de campañas electorales”, ¿politizamos los ciudadanos, si pedimos explicaciones y sanciones? ¿Estamos politizados, pues el asunto del conseguidor Pachi Lucas (15 años a la vera de Feijóo) no tiene contenido político?
¿Estamos politizados por pedir explicaciones y sanciones, para los acusados por el “caso Retablo”, una red que restauraba arte sacro con fondos de la Xunta a cambio de mordidas, con participación de técnicos de la Xunta, empresarios y religiosos?
¿Politizamos los ciudadanos cuando pedimos responsabilidades y sanciones para todos los beneficiados, politicastros –tipos que se valen de la política para fines ilícitos– del PP, como Juan Cotino, el piadoso vicepresidente de la Comunidad Valenciana, que engordó los gastos de la visita papal?
Y no quiero hablarles de “politiqueos” como las reuniones de los dos grandes para, por ejemplo, cambiar la Constitución con nocturnidad y alevosía, o los parlamentarios populares, juntos y en montón, que pretendían seguir con la opacidad a la hora de viajar, holgar, y otras acciones que, ¡esas sí!, no tienen contenido político, pues es un choriceo que retrata a los politicastros.
Ah, ¿y quién duerme en Monte Pío?