OIGA, ¡LA PELÍCULA, YA!

Después de Torrente, el brazo tonto de la ley (que llegó a la media docena), no me dirán que “nuestra” operación Zeta podía quedar de p.m. con el título de: “Z, la mano lista de los emprendedores”. ¿Una película? No me digan que no se merece una peli. Y, con suerte, una saga.
Ni un duro en vestuario, que los personajes son de ahora mismo y decorados o exteriores pocos, muy pocos: el Parlamento, los edificios de la Xunta y Monte Pío.
¿La academia? ¡Para qué, si los cursos no se celebraban!
Y es que la operación Z tiene más de todo.
Es como comparar Hollywood con esta parte del telón de grelos. Hay empresarios avispados con políticos despistados y funcionarios a medio gas. Están el malo, el regular y el que hace las cosas feas.
La película, si cuidamos un poco las secuencias del Monte Pío, y no digo ni pío de este asunto, puede ser autorizada para menores y recomendada a los coleguillas de Soto del Real, Aranjuez y otras cárceles con piscina, tele y equipo de reproducción de video.
Y es que en Galicia las estadísticas dicen que tenemos treinta y seis alcaldes señalados por el dedo de la justicia. A saber: 22 del PP, 11 del PSOE, 2 del BNG y un independiente.
Además, las pelis de políticos trincando están de moda. Han puesto unas cuantas y se anuncian otras tantas. ¿Por qué privarnos a nosotros de un filme autóctono que podía ser premiado este año en Cans?
Menudos perros estos (me refieron a los que trincan, a los de la mordida) que no dejan ni los huesos y se atan no con longanizas sino con relojes de oro, jaguar, y dinero contante y sonante que posteriormenete suena desde Suiza.
Y hablando de empresarios emprendedores (ahora no hablo de los que están en el trullo o en la puerta de los juzgados) ya han emprendido –vale la redundancia, ya lo creo– otra maniobra: pedirle al Gobierno que gaste más en infraestructuras, en I+D, y le dé otra vuelta a la reforma laboral, persiga a el dinero sumergido y deje, bajo tierra, el dinero negro de los que corrompen a los políticos no sea que...
Insisten en la flexibilidad a la hora de pagar y despedir y hablan de “flexiseguridad”.
Alierta, ya saben, Tabacos, Telefónica, etc., presentó el programa. Otra película. Y, no mueren los malos. Se enriquecen más.

OIGA, ¡LA PELÍCULA, YA!

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