NO ES ESO, NO ES ESO...

Hoy, después de varios días, siguen insistiendo: ganaron las elecciones, son los mejores y somos los ciudadanos, unos desagradecidos. Y por eso, por malos y desagradecidos, vendrán los soviet, nos quitarán la vaca y –añade una edil popular desde Navarra– violarán a las monjas.
Vamos por partes: un portacoz de Rajoy dijo en la tele que “uno de cada cuatro españoles, nos votaron”, lo que es igual que decir que tres de cada cuatro españoles no les apoyan. Por tanto, los representantes de esos tres que no les votaron suman más que los que si les quieren. Eso es la democracia: el gobierno de los más y el respeto a las minorías.
No es eso, no es eso.
Aquí, por ejemplo, ciento cincuenta mil ciudadanos gallegos cobran setecientos euros brutos. Dos tercios de trabajadores están por debajo de la media y hay ciento cuarenta y seis mil que malviven con 420 euros. ¿Entiendes? ¡Es por eso!
Y como en el Partido Popular no son los más, y durante muchos siglos no respetaron a las minorías, se quedan en el banquillo (unos en el de la oposición y otros en los de los juzgados) y ya buscan el ¿recambio? Para que nada cambie: Alberto Ruiz-Gallardón; la zamorana-pontevedresa minstra de Fomento, Ana Pastor; el emergente Pablo Casado, que pasa de “trabajar” en la FAES a un chollo en Génova y, como no, la patada adelante –así llaman en el rugby al balonazo alto y lejos– para nuestro 009 por su afinidad y fidelidad al paisano Mariano.
Han caído por el camino algunos barones, el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva; el delegado del Gobierno en Valencia, Serafín Castellano; la aguerrida edil navarra, la exministra de Exteriores que piensa que en nuestro interior están ya los rojos-independentistas-yijadistas, Ana de Palacio.
Los que están rodeados son los jefes del partido de la gaviota, pues la justicia asevera que la Gürtel no era una coña, la caja B una evidencia y pagar en negro una trampa a la Hacienda pública.
Mariano ha dicho que la culpa es de los medios de comunicación por airear la corrupción. ¡Qué tiempos aquellos de la tele única, el NoDo, la censura! y, como escribió el novísimo director del diario “El Mundo”, David Jiménez: “Los propios medios que durante décadas ofrecieron inmunidad a la Monarquía enviando la señal de que siempre miraríamos a otro lado” o dejando huérfana la garita mientras el sistema que debíamos vigilar se convertía en una charca de corrupción.

NO ES ESO, NO ES ESO...

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