SE MONTÓ EL BELÉN

Que si. En pleno mes de julio la paz en la pútrida tierra de la política hace aguas cuando ¿el ángel del señor… qué señor? se anuncio que Jordi renuncia a sus pompas y al casi millón de euros que le correspondía por su honorable retiro. Al jefe de los guardias, ese malo, le parece que recibe poco castigo y, como militante y ciudadano, pide más castigo. Y es que ese malo… no es de los suyos. De los suyos, Matas, saldrá de la cárcel por Navidad. Y para uno de los suyos, un tal Pujalte, los pecados del también ex honorable son veniales. Ese es uno de los suyos, claro. Como Fabra, al que altos cargos del PP valenciano tildan de “honrado y trabajador”. Recordemos que Mariano, a estos, los tenía por modelo a exportar. Pero claro, la familia es lo primero. Es, son,  corruptos, pero son de la casa, la casta, la dinastía.
En esa lista está el señor Cotino, hombre piadoso – confeso seguidor del Opus– que de forma voluntaria colaboró en la organización de la visita del papa que costó, todo sea por el bien en la otra vida, el doble de lo previsto y, según la policía, allí hubo trampa.
Se armó otro belén cuando el juez Ruz hizo sus primeras declaraciones sobre la faz de esa “merde” que se llama, según unos, caso Bárcenas y según la autoridad “caso PP”. Y ya hay cuarenta y cinco imputados, veintiuno de la lista son políticos del partido popular, y la acusación ofrece casos de Valencia, Madrid y alrededores, en una operación que abarca desde 1.999 hasta 2005… vamos seis navidades y muchas noches buenas ¡que digo buenas! De p.m.
Dicen que a cada cerdo le llega su “san martín” , y,  poco a poco, parece que es verdad. Naturalmente como la felicidad no puede ser completa nos dicen que cada gallego tenemos que pagar, de media, 72 euros más a doña Hacienda por la subida del IRPF.
No quiero amargarles el día pero si suman los copagos, el alza de los precios y la devaluación de las pensiones, el agujero es mayor. Y hagan un favor a Feijóo: no se pongan enfermos que en A Coruña cerraron doscientas camas y han reducido, por vacaciones, más de un centenar de sanitarios. Y como sigan así reducirán el número de cárceles. O, mejor, mejorarán el servicio al cliente.