Mentiras masivas

Haga un esfuerzo y recuerde: los malos no  estaban en altas montañas ni en alejadas playas. Estaban aquí, muy cerca y así lo repitieron, hace hoy once años, más de cien veces. Y, los mismos, lo repetían insistentemente año tras año. Los conspiraniocos querían sacar rédito de la sangre y el dolor. Y lo emplearon como bandera, sin importarles el dolor ajeno, el respeto a las leyes y la necesaria confianza en los cuerpos de seguridad.
Los mismos ¿recuerda? Aseguraron que el petróleo que perdía el “Prestige” se convertía en ladrillos en el fondo del mar y, mientras, eran hilillos de plastilina.
Haga memoria: los mismos nos dijeron que el malo del sur tenía armas de destrucción masiva apostaban a favor del amigo americano que nos iba a devolver el favor en  barriles de petróleo.
Tenían un plan (devolvernos la felicidad ¿lo recuerdan?) y tres líneas rojas que no iban a saltar: educación, sanidad, las pensiones.
Ya aburre hablar de esas tres golpeadas hasta el extremo de ser irreconocibles, pero conviene recordar lo que sí nos han traído: recorte en las libertades ciudadanas, sumisión al nacionalcatolicismo con un ataque a la mujer a través de la proyectada ley del aborto y otra genuflexión a los poderosos  rechazando la justicia universal, “pues solo consigue conflictos”. Con los suyos, como apuntan en la Audiencia Nacional, que ya manifestó su malestar, o para archivar el caso Couso que, sin duda, llegará hasta Estrasburgo, donde nos avergonzarán, como en Argentina, donde piden reparar –uniéndose así a la ONU– a las víctimas del franquismo.
Y ahora nos traen otro cuento: que sumada la riqueza de unos pocos nos beneficia a todos. Y eso, dicen, son buenos tiempos para la ciudadanía a la que señalan la salida del túnel.
Y es otra mentira destructiva: se crea trabajo precario y peor pagado, mientras las empresas aumentan sus beneficios. UGT recuerda que más de ciento veinte mil parados gallegos no reciben ninguna prestación económica. Y mientras en Europa, donde –¡no lo olviden!– manda el Partido Popular Europeo con mayoría absoluta en el Parlamento y el “apalancamiento” se siguen pidiendo sacrificios a las clases más desfavorecidas, todos los expertos avanzan que la precariedad va para largo y que la recuperación del mercado laboral será lenta, mientras la bolsa y el sector financiero seguirán haciendo caja.
Son verdades como puños.

Mentiras masivas

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