Mariano se confiesa

El presidente del PP (ya saben Partido Popular), que tantas veces defendió el populismo de la empanada y el orujo-party, en una larga entrevista publicada hace días en el diario “El País”, se confesaba partidario de la Europa de las dos velocidades, aunque debió añadir “si ya lo practicamos aquí: dos velocidades en la justicia, según convenga; dos velocidades en economía: ricos más ricos y pobres más pobres y muchos más pobres…” y, si no fuera tan modesto, Mariano podría añadir otros ejemplos, como el del piso para el jefe de Tráfico y colas para que los guardias civiles tengan uno. 
Dinero a espuertas para aviones y, en cambio, ni un euro para dignificar la vida de los que viven en unos cuarteles que son fácilmente mejorables.
Claro que está por las dos velocidades: en Cataluña, a toda velocidad, para los trenes de mercancías y los otros; para los puertos y aeropuertos, todo ello por la bonita suma de cuatro mil doscientos millones. 
Y en Asturias, la indignación (la recoge en primera página del periódico “El Comercio de Gijón”) pone en pie a todos los partidos políticos, a los empresarios y a los trabajadores, amén de a otro buen número de instituciones públicas. Incluso, los propios representantes del Partido Popular aseguran que van a mediar para que, ante tal aluvión de quejas, el Gobierno reparta algunas migajas. 
No se conoce ningún reproche del otrora campeón de las exigencias –Feijoo9–, que se tragó otro retraso en el AVE y ni movió un músculo. Y es que Mariano usa, esas dos velocidades de una forma inversamente proporcional al dicho de al amigo esto, al otro el reglamento y al descontento etcétera etcétera. 
Y aquí, terreno conquistado, nos sitúa, en los presupuestos a la cola. Por ejemplo: entre 2012 a 2017 Cataluña “se llevó” más de sesenta mil millones, Andalucía, treinta y dos mil, Valencia cincuenta, Murcia ocho mil y Galicia seis mil millones. 
Y es que Mariano nos quiere y, por eso, su trato es como la parábola del hijo pródigo… pero de mentirijillas. Es hora ya de pedir la independencia… del partido en el gobierno. Y, es que, no se engañen en Cataluña no le hablan de trenes ni aeropuertos sino de que están hasta el moño…
Por fin y sin plasma, Mariano se confiesa: este es el país de las dos velocidades y todo vale –el dinero en B, los Presupuestos Generales del Estado– para seguir en el machito. 
¿Dinero en B? Ahora se suma, a los tropecientos casos de corrupción, la campaña de Madrid de 2007, financiada por la patronal  Eso Mariano aún no lo confesó.

Mariano se confiesa

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