MARCADOS, CONGELADOS, CABREADOS

La Marca España, según distintos medios informativos europeos y norteamericanos, cotiza a la baja y es la repera patatera y cuentan desde los niños desnutridos, los sueldos devaluados, hasta la corrupción que “enmierda” el país, de forma muy especial al partido que sostiene al Gobierno, pasando por la señora de la venda que entiende que la estafa es pecado venial y que la intención (la falta de) cuenta y la ignorancia puntúa. Recuerden los casos de los bancarios, del exjefe de la casa real y de la hija de Juan Carlos, Blesa en la calle, etc.
Resulta, mis queridos amigos, que en la operación amnistía la pareja Rajoy-Montoro agració a setecientas cinco personas desde embajadores hasta alcaldes… en su mayoría con un común denominador: ser del PP, como el exsenador y extesorero Barcenas; exministro Rato y el ex muy jefe del Gobierno madrileño, Granados, al frente de una lista de listos que huele que apesta…
Estamos, pues, marcados por un grupo de sinvergüenzas a los que, hace horas, se unieron altos cargos de la Junta de Castilla y León por el negocio de los “molinillos”, que aquí dará más de un disgusto..
Y los sueldos congelados: ofrece la patronal, a pesar de que España va bien y ellos mejor, un aumento del 0,6%, lo que en los salarios mas bajos de Europa supone entre cuatro y seis euros al mes… No tendré que recordarles que el salario por hora en España se aleja de la media de la zona euro ¿cómo no vamos a estar cabreados con esta marca y marcados con estos gobernantes?
Y estamos cabreados: juzguen ustedes a Cospedal, que dice eso de que “los dioses cabreados con el personal, para castigarlo, envían reyes jóvenes. ¿Y se extraña la secretaria del PP de que la gente deje de ir a los templos? Y aquí nos mandó el lote completo
Y ya entenderán por qué cuando Rajoy dice que o ellos el caos elijan los españoles el caos igual que, años ha, otros prefirieron a Barrabás.
Lo dicen las encuestas, Mariano: el setenta y siete por ciento de los ciudadanos, no os quiere. Os acusa de haber traído la desigualdad a los españoles.
Esa es otra: confundir a España con sus ciudadanos… salvo si son asiduos al paraíso (fiscal, por supuesto), como muchos de ellos.
Convirtieron el país en “la repera patatera”.