Indecentes

Para que todos nos entendamos: los que comenten actos vituperables; los que no tienen decoro, honestidad, digidad. ¿Estamos? ¿Lo tirenen claro? Pues vamos ahora con lo que nos cuentan los medios de comunicación de lo sucedido a nuestro alrededor: “Hacienda intenta desligar a Montoro de la investigación sobre su despacho, pues abandonó el bufete antes de iniciarse el contrato que el fiscal cuestiona”, pero las noticias apuntan a que ese despacho asesoró a la Gürtel cobrando 116.000 euros y que la empresa, “ateigada” de excolaboradores de Montoro en Hacienda, subió como la espuma (un 127% más de facturación) cuando Montoro volvió a la política.
Según Hacienda, que ocultó datos a la justicia hasta que le apretaron las clavijas, el PP defraudó 220.000 euros a las arcas públicas.
Informes técnicos afirman que las administraciones del PP facturaron tareas, por valor de 80 millones de euros, cuando podían haberse realizado por los propios técnicos de la administración pública. Y los muy carotas dicen que ellos son Cáritas.
De Guindos, que como banquero o como político tiene escasa credibilidad, defiende que el caso de la banca andorrana es “patata menuda” que diría Caneda. Recordemos que el caso lo levantó la justicia yanqui.
Seguimos: el fondo de buitres “blackstone”, que compró los pisos construidos con dinero público por la Comunidad de Madrid, aumenta los alquileres y/o inicia los desahucios. Según cifras oficiales, 68.000 familias han sido desalojadas de sus casas.
Vuelve la justicia a investigar el caso “Formula Uno” en Valencia, que acusa a Camps por prevaricar… En valencia dimite el número dos de Rita Barberá antes de sentarse en el banquillo por haber cometido, supuestamente, cinco delitos.
Matas, expresidente de Baleares con el PP (Rajoy quería exportar su programa a toda España) vuelve a los juzgados para declarar sobre una obra (la Ópera) que no se construyó.
La Xunta cubre cuatro cargos a dedo tras prometer que eliminará tropecientos.
Los médicos estallan contra la conselleira Mosquera, que tiene cabreados a los expertos que ella misma contrató y a las plataformas de facultativos que pidieron una investigación por parte de la fiscalía.
La Xunta, que cuenta con una consellería para el caso, subcontrata la redacción de leyes ambientales que, ¡como no!, recogerá las sugerencias que plantee el sector. ¿Queda claro lo del título?

 

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