HUELE QUE APESTA

El último parte incluye la renuncia de Magdalena, otro nuevo asunto en Andalucía con UGT de protagonista, los casos de Galicia que van desde Norte a Sur y de Este a Oeste con Baltar que no sabe nada, Barreiro, el chino, que está encantado de ser aforado y una lista, la de Vendex, que parece la lista de teléfonos. Incluyan a la hermana del rey y su amadísimo esposo en un episodio que el abogado de la infanta nos quiere presentar con música y letra de Karina en aquello de “Las flechas del amor” y “No somos ni Romeo ni Julieta”.
Ya, pero no somos tontos, señor fiscal, y el amor –al dinero–no es una eximente sino una prueba de cargo.
Y hablando de cargos, ¿el presidente del PP –Mariano– la secretaria general –Cospedal– los gerentes, los senadores y diputados del partido no dimiten, no se golpean como penitencia y se van para casa? ¿No está claro que el partido del Gobierno, que tiene el BOE, la caja, los ministerios y que promete acabar con el fraude, el dinero negro, está pillado en las patatas, según la Policía, los agentes de aduanas, los técnicos de Hacienda, al senador Fraga, que confiesa haber transportado dinero, y un largo número de donantes que ya cantaron y receptores que ya reconocieron su culpa?
Unos ¿señores? que consienten el hambre infantil, expulsan del mundo laboral a miles de personas, encarecen los estudios a millares de jóvenes y reducen la salud ¡y la vida, por tanto!, a los jubilados, cómo son capaces de afirmar que la cosa, la vida de sus conciudadanos, mejora. Bajan los impuestos a los ricos al tiempo que cierran camas en hospitales y comedores en escuelas. ¿Cuántas comidas se podían servir en Unicef o Cáritas con los dineros del “besamanos”? ¿Por qué adelantar la devolución de la deuda y no destinar esos millones a tapar los agujeros del hambre, la injusticia…?
Pues siguen contándonos cuentos. Ahí tienen al “chino-lucense” en tratos con Vendex o a Montoro con la pensión en un paraíso, mientras los demás viven un infierno. Seguramente las cuentas se las hace el Tribunal de Cuentas, que, la familia es lo primero, tiene un 10% de empleados que son familiares de altos cargos.
Resumiendo: estos huelen que apestan.

HUELE QUE APESTA

Te puede interesar