Historias para no dormir... se

Todo esto es real, como la vida misma, y sus personajes perfectamente indentificables. No los verá en ningún programa de televisión y puede encontrarlos en las páginas de sucesos y en la calle disfrutando de sus beneficios. O sea, nuestros perjuicios.
A poco de iniciarse el siglo los poderes financieros y los señores del ladrillo, con la necesaria complicidad del poder político, iniciaron una carrera desenfrenada que llamaron “época de la prosperidad” y acabó con la burbuja inmobiliaria y sus consecuencias que padecemos.
Hay que añadir que el poder político (decreto de Aznar: todo el monte es orégano y el monte que rodea a la iglesia, orégano, oro y agua bendita) puso todo de su parte y, es una presunción, recogió su parte.
Cuando esta historia empezaba a desmoronarse llegaron las preferentes, las subordinadas y otros frutos cuya cosecha recogieron los ochenta y tantos encausados en el caso “Caja Madrid-Bankia” y dejaron abrasados a miles y miles de pequeños ahorradores.
Paralelamente hay una historieta (¿?) que cuenta que el Banco de España había avisado; el FROB estaba mosca y en los tribunales el que se iba para casa ¡era el juez que tenía entre rejas a uno de los máximos culpables!
Ahora nos cuentan otra historia para estar despierto y con los pelos de punta, que hay otros veintiocho casos irregulares con un valor (el que trincaron los corruptos) de dos mil millones de euros. Se habla de la operación “Pocero” y las cajas que apadrino Feijóo o los dineros que se llevaba a pasear la esposa de José Luis Méndez.
Hay otra historia, contemporánea de las anteriores, sobre una joven que se encontró una tarjeta de crédito en la calle y gastó en pañales y potitos para su niña poco más de cien euros… ¡y el juez pidió para ella cárcel!
Hay otra historia (un cuento de ladrones y corruptos) que asegura “que el actual lío –estafa, coño– bancario es una pelea del PP contra el PP y, de manera más clara, entre los “marianistas” y los aznaristas, pues de ahí vienen, con Zaplana de gran muñidor, los negocietes con la Gürtel, la madre –mejor la cuñada, que la madre es la de las Cajas– de toda la corrupción que es la actual marca España…
Otra historia: la Xunta perdona media autovía de la Costa da Morte a una constructora.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis: ladrillo, finanzas, políticos y corrupción.
¡Como para dormir o dormirse!

Historias para no dormir... se

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