HABLEMOS DE ECONOMÍA

Mis amigos, economistas brillantes, Javier y Eugenio, dispuestos a completar mis escasos conocimientos sobre economia, me pasan comentarios y tesis que disparan desde uno y otro lugar los nuevos “magos” de la economía. Ellos, pues, iluminan estas líneas. El señor Smith creía que el rico tenía que compartir con el pobre el fruto de todas sus mejoras, como si se hubiera repartido la tierra en parcelas iguales entre todos sus habitantes.
El llamado “new deal” puesto en marcha por el presidente norteamericano acabada la Segunda Guerra Mundial supuso más riqueza, como consecuencia de un incremento de empleo decente y, por tanto, del consuno, reduciendo las desigualdades.
Ahora los “crack” son De Piketty y Varufakis, economistas estrella y cabezas visibles del movimiento contra la austeridad. Y, en medio, tenemos al multimillonario norteamericano Buffet sorprendido de que “su secretaria pague el doble de impuestos que yo”.
Como defiende otro ilustre economista y buen amigo –Manuel Lago– la mejor forma de redistribuir la riqueza, de reducir las desigualdades es a través de Hacienda. Pero aquí, nos topamos con Montoro y padecemos un sistema injusto que permite prácticas como la empleada por el señor Monedero (¿el señor Aznar, conferenciante de lujo, paga como empresa o cotiza como actor individual?), y de forma más escandalosa, un rentista, sin salir de casa, paga la mitad del que trabajando gane el mismo dinero al mes. Y está el premio Nobel de Economía, J. Stiglitz, que, al igual que la comunidad mundial de economistas, no defiende la austeridad, sino incentivar la demanda.
¿Se lo contamos a De Guindos, se lo decimos a Montoro? No ellos están a otra economía (chapucera, familiar, de andar por casa o por el partido) que resumió en unas declaraciones el señor Crespo, cabecilla del caso Zeta, al afirmar que “Feijóo le dijo a Pachi que podíamos ganar mucho dinero”, pues “si no trabajas con el PP ni un euro”.
Y luego tenemos a los que, barriendo para casa, nos cuentan que el dinero prestado a Grecia supone subir el paro o las pensiones. Más, mucho más, el caso Gürtel, Bankia y otras cosillas que todos conocemos. Otro economista Joaquín Estefanía recordaba que la unificación de Alemania costó dos billones de euros de los que un 60% se pagó con fondos europeos. Nos quieren enfrentar a los griegos pero enfrente los tenemos a ellos que nos quieren engañar como chinos.

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