Ganan los malos

Conocidos los nuevos casos de corrupción; tras escuchar lo que dijo el hizo el fiscal Anticorrupción y conocida la última encuesta sobre intención de voto, solo queda esta reflexión: ganan los malos. Con todo llega la pregunta: ¿La parte sana del sistema podrá vencer en esta lucha contra corruptos, corruptores y parte del sistema judicial y policial? En esta lucha desigual, al final, en medio, de entrada, aparecen siempre las siglas del PP: las ranas de Esperanza, los acusados, los que están en la cárcel etc., etc. a pesar del descaro del Gobierno y las negativas del partido en sus mítines. 
Es inútil repetir los últimos datos de esta pandemia, donde cada día se incorporan más nombres, se conocen otros datos. Por ejemplo, que si un vaso es un vaso y un plato es un plato, un misal es un millón de euros. Pero es que la pía historia de la familia Pujol se remonta a la etapa donde Aznar hablaba catalán en la intimidad y Felipe González compraba los votos del patriarca… Y, allí ya conocían todos el 3% (ah y en Galicia también, naturalmente), y después de eso vino la catarata de podredumbre que tiene sonoros nombres que no hace falta repetir. 
Resulta que la familia Pujol, que no llega a la docena de individuos, es una organización criminal y el PP que son cientos de docenas de investigados y más de decenas en la cárcel, a ojos del fiscal, no lo es. 
Si es conveniente contar las nuevas fechorías de esta banda: al latrocinio en el Canal de Isabel II, se incluye la etapa Gallardón. En cuanto al caso “Acuamed”, una empresa pública dedicada a la obra hidráulica, está siendo investigada por fraude; el hombre de confianza de Feijóo en Ourense será juzgado por malversación al hacer trampa con las ayudas recibidas de Europa. Destapan, en una auditoria, facturas supuestamente infladas por servicios inexistentes en Mercagalicia. 
Caja Madrid y Nova Caixa Galicia concedieron un préstamo de 52 millones de euros para dos “parkings” en las afueras de Madrid, que nunca se realizaron, pues el proyecto no tenía permiso y el dinero desapareció. Más: se investiga la llamada “trama eólica”, contra altos cargos de la Junta de Castilla y León –gobernada por el PP–por cobrar comisiones millonarias.
El epitafio nos lo ofrece un chiste de Forges. Un paisano entra en comisaría y dice: Vengo a entregarme. ¿De qué se acusa?, pregunta el policía. De votarles, remata, el ciudadano. ¿Cuántos se acusan hoy de que ganen los malos?

Ganan los malos

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