Esperando a Feijóo

Así se llamó el programa de Jordi Evole, en la Sexta y así estábamos todos los gallegos: los desempleados, los enfermos en lista de espera, los emigrados a tierras lejanas; los jubilados al borde del abismo y otros miles de curiosos como, por ejemplo, Mariano Rajoy y la tropa del Partido Popular que, según dicen en la Corte, tienen como santo milagreiro a don Alberto. 
De entrada fue una desilusión: Feijóo no se acordaba de unas cosas, no le constaban otras y circulaba entre el arrepentimiento a lo hecho por el PP de Rajoy, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría (en lugar de eso de “a lo hecho pecho”), y en criticar algunas de las  decisiones de sus correligionarios en materia de pensiones, salud, amor y dineros. 
Estábamos en esas cuando apareció el libro negro del contrabando gallego (“Fariña”) y las hemerotecas recordaban la historia de lo más granado de nuestros contrabandistas de fume y fariña. Naturalmente ahí estaba la foto en el yate de Sito Miñancos del que don Alberto no sabía nada, algo difícil de creer, pues en esos años, con don Alberto ya en el partido y en la Xunta, los periódicos locales, regionales y nacionales se hicieron eco, ciento sesenta y siete veces! de la historia, y del juicio, al compañero de foto en el yate más famoso de toda Galicia…
Pues no lo van a creer: el ciudadano Feijóo, el político y delfín de Fraga don Alberto, no sabía nada ni nadie le había dicho nada. ¡Y ese hombre, manda carafio, llegó a director xeral,  conselleiro y a presidente. Y ahora a candidato a suceder a Rajoy! .Pero parece más difícil de “tragar” que don Alberto no conociera la existencia de Crespo secretario de organización del Partido Popular en tiempos de Fraga y Feijóo que  contó a la Sexta que traía sobresueldos para los jerifaltes gallegos del PP. 
El mismo Crespo al que nombraron consejero en el “negocio” en el chollo ese del Puerto. A regañadientes don Alberto le contó al periodista que “en Galicia todos sabíamos lo del tabaco de contrabando (ya saben: de batea o de estanco), pero nadie sabía nada, por ejemplo, de Laureano Oubiña que, según  confesión propia, dio dinero para la campaña del Partido Popular de Fraga, donde por aquel entonces, ya tenía hecha una fructífera carrera el señor Feijóo. 
Valió la pena esperar: entre los golpes de pecho de nuestro presidente, por los pecadillos cometidos, y su escasa memoria para otros temas tenemos la foto completa.

Esperando a Feijóo

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