De censuras y elogios

Nos asegura el diccionario que la censura se usa para corregir, reprobar o hacer notar por mala una cosa. Sin duda esas fueron las razones de aquellas mociones del PSOE a UCD y de AP al PSOE. Más cerca en el tiempo la propuesta por el PSOE en Murcia a la vuelta de la esquina.
Ya conocemos todos cómo acabaron y los que han tenido curiosidad repasaron además los conceptos en los que se basaron y lo que ilustres comentaristas dijeron al respecto.
Hay otra censura, reproche, cercana que es la de Europa a España por no actuar con diligencia contra algunas medidas de la banca, pese a las advertencias de Bruselas.
¿Hablamos de elogios? Pues cuando le dice la mamá a la vicepresidenta que le gustaría verla de mayor ¡como otra Rita Barbera!, o las confesiones de Rajoy pidiéndole a los dioses que su mandato fuera igual que el del encarcelado Mata.
Hay declaraciones de cariño que matan como esa de “te quiero coño, te quiero” de Mariano a Rus y las declaraciones de los hermanos González sobre el fiscal Anticorrupción…
Tenemos, además, otro dato que merece un estudio: si una serie de pronósticos convierten una enfermedad en epidemia, ¿no parece claro que la escalada de corrupción del PP sea una peligrosa pandemia?
Nos cuentan desde el partido que sostiene al Gobierno que ellos han propuesto setenta medidas contra la corrupción… al tiempo que España es uno de los cuatro países que no colaboraron en el esclarecimiento de los papeles de Panamá. O sea que manos lobos, Mariano.
Ya tenemos el proyecto de moción de censura y, como en los casos anteriores que se relatan en los primeros párrafos, ya sabemos que la alianza PP-PSOE y Ciudadanos (la que apoya a Mariano Rajoy por acción u omisión) y que fue, desde un principio, la opción manejada por la vieja guardia  que tumbó a Sánchez.
Claro que todo esto no es nuevo: como nos recodaba un veterano periodista, Antonio Casado, entre los año 1880 y 1890 Lucas Mallada denunciaba “el pandillaje político y el desbarajuste administrativo, como componentes de la inmoralidad reinante”, para acabar preguntándose: “¿Qué nación hay en el mundo donde con tanto descaro se saqueen los fondos del Estado?”. Ciertamente este artículo parece escrito el mismo día que encarcelaron a Ignacio González o cuando entró la policía en Génova. ¿Hay motivos para la censura?

De censuras y elogios

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